Con un estilo más parecido a Obsesión Blanca, pero con la misma fuerza de sus otras novelas, Leonor es la historia de un amor imposible de una estudiante adolescente por un actor un tanto fracasado, a veces demasiado humano, a veces no lo suficiente.
Pero esta joven no es ingenua, observa el mundo hipócrita de los adultos y no soporta toda esa superficialidad, esas máscaras detrás de las cuales todos se esconden.
Su madre es una mujer seductora, muy hermosa y muy rica, que se entretiene conquistando al actor como si se tratara de un desafío entre su hija y ella; la joven no quiere a esta mujer que es su madre, que ordena y da de todo menos amor y afecto. Casi todas las noches, ensaya una obra de teatro muy parecida a su propia vida, mientras que el actor no comprende por qué lo ama e intenta no dejarse seducir por la madre.
El libro aparentemente es el último que se editó de Valérie Valère, en el año 1998, y es quizás su novela más difícil de encontrar, al menos en papel.
A continuación, puede leerse el resumen de la editorial:
"Del amor imposible de una estudiante adolescente por un actor de teatro un tanto fracasado, demasiado guapo, demasiado humano, Valérie Valère hace hace una obra maestra de precisión. Esta novela sigue sin reeditarse. Leonor se desarrolla por cuadros: del padre ausente a la madre despiadada, del mundo de los actores al de los profesores, al estilo de una tragedia de la cual la protagonista es a la vez acusada y juez. Tragedia burguesa, con pedazos de crueldad y de humor, y tragedia simplemente, desgarradora, de una estudiante adolescente que podría ser cualquier muchacha de cualquier lugar del mundo. La fascinación ineludible hacia el abandono y la muerte, los temas que asedian la obra de Valérie Valère, Leonor, nos recuerda el destino único de esta autora excepcional que tendría 46 años hoy en día y que murió a los 21, un 18 de diciembre de 1982, después de haber recorrido una "vida", más bien un calvario, ligado a la anorexia, el internamiento psiquiátrico, la soledad, la depresión y las drogas, y que después de cinco años de escribir obsesivamente, nos legó estas miles de páginas mecanografiadas que conforman el puente entre el Diario de una anoréxica que la hará famosa de la noche a la mañana, hasta Obsesión blanca, la última novela que publicó en vida."
Y aquí un extracto del libro:
"Ser actor... Bambalinas y camerinos, trajes extravagantes y escenas tenebrosas, maquillajes de pantomima, rubores y lentejuelas... ¿Dónde encontramos el rostro? ¿Bajo ese blanco?, ¿bajo ese rojo?, ¿bajo ese brillo? Pero, esos ojos grises penetrantes, rasgados como gotas de lluvia, esas lágrimas, ¿son tuyos? Y esos otros ojos, en el escenario, esa mirada inexpresiva de tanto pertenecerle al mundo, al oleaje del mundo, y que está reservada solamente a esos personajes prestados, a las voces, a los eternos disfraces. Inés tiene la sensación de haber perdido sin nunca realmente haber jugado. Se imagina en ese sillón de teatro, un poco áspero, que pica en la espalda, como una gran Inés adulta, con su armadura de adulta y una cartera, una Inés un poco ebria, un poco ebria de tristeza..." Página 72.