Después de un día y una noche de navegaciónn llegué a Santiago (Santiago de Cabo Verde, no de Compostela!), yo esperaba encontrar un desierto similar al de Sal o Boavista, y para mi sorpresa según iba acercándome a la isla resultó que esta era verde, muy verde, y llena de árboles y montañas inmensas... tiene un aire a Madeira e incluso a Asturias, con la diferencia de que aquí nunca llegó el turismo de masas y la inmensa mayoría de la gente vive de la agricultura y de la pesca.
Para mi está siendo toda una experiencia, los primeros días de mi vida en una sociedad agrícola auténtica y verdadera, por la mañana nada más salir el Sol las calles se llenan de hombres y mujeres con la azada al hombro, y cada uno se encamina hacia su terreno como quien va al trabajo, es fácil saber el número de personas que va en cada aluguer (furgoneta de transporte público) contando el número de azadas que se apilan en su techo!
Aquí se me puede ver en el interior de la isla, casi todo el terreno está cultivado con mijo, y en menos cantidad con bananas, mangos y huertas de regadio.
Una vez más tuve suerte y nada más poner pie en tierra empecé a conocer mucha buena e interesante gente, y además de eso ya traía varios contactos de la gente que conocí en Sal y Boavista, aquí las reglas de la educación y la amistad son muy diferentes a las sociedades occidentales, por ejemplo una cosa básica es que cuando un amigo va a ir a otra isla o país se le intenta poner en contacto con gente de allí para que al llegar ya conozca alguien que le eche una mano, le enseñe el sitio, le presente gente... y en definitiva le ayude a aterrizar.
Así fue conmigo al llegar a Boavista, allí estaban esperándome los primos de un buen amigo de Sal, y al llegar a Santiago el primo de otra amiga de Sal también me hizo de guía, después es costumbre que al recien llegado se le lleva a casa a comer o cenar, se le presente a la familia y a los amigos más cercanos, se le enseña el pueblo, los alrededores, y de alguna forma se le ayuda a integrarse en el día a día, aquí realmente la gente se sabe ayudar mutuamente.
Gracias a esto y a que después se conoce mucha otra gente de manera espontánea, al cabo de unos pocos días te ves comiendo más en casa de tus amigos que en el barco... incluso tuve un problema por esto porque la comida se empezó a echar a perder por el calor y el barco empezó a acusar el estar tanto tiempo cerrado!
Aunque bueno, ahora que ya se me terminaron las mini vacaciones supongo que volveré a pasar más tiempo a bordo (hay que ganarse la vida, no queda más remedio)
Un día estuve ayudando a unos amigos a quitar la flor al mijo (para que crezca más rápido), aquí el campo se trabaja en equipo y de forma comunal, cuando alguien tiene que hacer una tarea concreta habla con gente que conoce para que le ayuden, van para allá hacen el trabajo y el dueño del terreno queda a deber a los ayudantes una cantidad de trabajo similar a la que le han proporcionado, de tal forma que cuando ellos necesiten ayuda en sus campos le llamarán para que ayude de una forma equivalente.
Todo esto lo llevan de una forma muy seria y bien contabilizada, practicamente nadie intenta escaquearse ni pasarse de listo, aquí la gente es seria para las cosas importantes, y ya se sabe que con la comida no se juega!
A mi me explicaron que como no tengo campo de mijo me invitarán a comer el mijo verde cuando sean las primeras cosechas, es un buen negocio, porque realmente el trabajo que hice con ellos fue estar 2 horas arrancando flores de las plantas, un trabajo muy fácil y simple, y además me invitaron a desayunar, a comer feijoada y pagaron mi viaje de ida y vuelta de aluguer ^_^
Cuando hablo con gente del primer mundo a menudo me dicen que en los paises pobres como este la gente sólo quiere ser tu amigo para sacarte algo a cambio... puede haber alguna persona así aquí, pero son una minoría muy pequeña, y a poco espabilado que seas en seguida te das cuenta de quien tiene buenas intenciones y quien no, a mi nadie me pide nunca nada, yo a veces les invito al barco para conocerlo y tomar un té, o les hecho una mano con el ordenador, pero vamos, es evidente que ellos me dan mucho más de lo que yo les doy, de hecho muchas veces me siento pobre porque me gustaría compensar tanta calidez y amabilidad y a menudo no encuentro la forma de hacerlo.
Y lo mejor de estos últimos días es que estoy conociendo a muchas chicas interesantes, fuertes y valientes, aquí la gente es muy auténtica, si quieren hablar contigo hablan, si les caes bien no lo ocultan... eso del miedo al que dirán da la impresión que es un invento del primer mundo que aquí todavía no ha llegado.
De todas, las que más me gustan son las vendedoras ambulantes de pescado, las admiro mucho, recorren a pie todo el pueblo con un cubo enorme en la cabeza lleno de peces recien pescados, y si hay mucha pesca también los pueblos vecinos, a veces llevan un niño pequeño a la espalda, y a pesar de todo ese duro trabajo no dejan de sonreir y hacer bromas, algunas son muy gamberras y todo el mundo las respeta mucho, si discuten con un hombre y hacen amago de darle un puñetazo el paisano retrocede todo serio.
A un pescador amigo mío hace un par de semanas casi le dejan tuerto discutiendo medio en broma, medio en serio, cuando el paisano ya se había ido y estaba como a 10 metros una peixera le llamó y cuando él se volvió le tiró una piedra del tamaño de una avellana... que le fue a acertar de lleno en el ojo izquierdo.
Otra peixeira amiga mía es bajita y delgada, aparenta 14 años, pero ya tiene 22, dos hijos y un marido de buen tamaño, en un solo día vendió 50 kilos de pescado con uno de sus niños en la espalda, cuando me ve por la calle me saluda con una voz atronadora que hace temblar los edificios y viene hacia mí dando saltos como si los peces que lleva en la cabeza estuvieran llenos de aire, hacemos el típico saludo caboverdiano chocando los puños y llevando la mano al corazón y grita 'CUMPRA PEIXE!' de broma (ya saben que pesco en el barco si quiero peixe).
Después de un largo día de trabajo sonríe de oreja a oreja y puedo ver en sus ojos que es una persona feliz, trabaja mucho y muy duro, pero no parece sentirse mal con ello, habla de su familia y de su vida con mucha satisfacción y orgullo, y es una persona que se gana la vida dignamente con su trabajo sin tener que mantener parásitos a través de los impuestos (la Agencia Tributaria no se atreve con ellas), su marido es pescador y ella basicamente vende lo que pesca su marido en un sencillo bote de remos, de esta forma simple y humilde consiguen vivir con dignidad y sacar adelante a su familia.
Me llama la atención que muchas de ellas aparentan menos edad de la que realmente tienen y disfrutan de una salud envidiable, otra peixeira amiga mía que es muuuuy guapa y aparenta 25 años tiene en realidad 38, ya tuvo 5 hijos, venció la malaria y el tifus y todavía conserva todos los dientes de su boca de un blanco reluciente a pesar de no haber pisado la consulta de un dentista en su vida, cuando nos conocimos se presentó como 'una mujer muy fuerte y valiente', y a continuación pasó a contarme los pormenores de su vida que así lo demuestran, efectivamente tenía razón ^_^
Aquí en general la gente, hombres y mujeres, son espontáneos y directos, dicen lo que piensan y sienten o no dicen nada, pero no andan con rollos retorcidos diciendo si cuando es que no o intentando aparentar lo que no son...
Otra mujer muy interesante que conocí hace poco tiene más de 80 años y toda la vida trabajó de parteira ayudando a parir a otras mujeres en sus casas, eso a parte de ser agricultora como la inmensa mayoría de la gente aquí, es muy interesante hablar con ella, tiene la cabeza muy en su sitio a pesar de la edad y a mi me agrada mucho su compañía, gracias a ella me voy enterando de muchas cosas de la historia y la realidad de Cabo Verde.
Pero no todo es bonito ni mucho menos, aquí la realidad como en todas partes tiene muchas caras, algunas sonrientes y felices y otras tristes y desesperadas, de estas últimas también me tocó conocer unas cuantas en los últimos días de la mano de varias prostitutas.
Yo nunca busqué, ni mucho menos pagué, a ninguna prostituta ni lo pienso hacer en el futuro, pero pocos minutos después de desembarcar por primera vez en la isla ya vinieron a presentarse, pensando que tal vez podría ser un cliente potencial o incluso el marido rico que las saque de la miseria con el que muchas sueñan, y cuando vieron que no soy ni lo uno ni lo otro acabé haciendo amistad con dos de ellas, hablamos mucho, y me mostraron un mundo sórdido que yo sólo conocía de oidas y sin nombres ni caras, la verdad que quedé bastante impresionado...
Al ser esto un sitio bastante pequeño la mayoría de ellas son de familias de por aquí y todo el mundo sabe a que se dedican, su historia en general comienza teniendo un hijo, luego por un motivo u otro las cosas se tuercen, el padre no puede o no quiere colaborar con los gastos, van para casa de la familia, intentan buscar un trabajo, pero las cosas no acaban de funcionar, a veces en casa de la familia no es posible quedarse, y los trabajos aquí son escandalosamente mal pagados.
Según me cuentan, ellas y mucha otra gente, en esta isla que no es turística un trabajo normal poco especializado como camarera o dependienta de tienda tiene un salario de alrededor de 80 euros/mes, y eso sencillamente no da para casi nada, para comer arroz con peixe todos los días y poco más, y eso después de trabajar 50, 60 o más horas al cabo de la semana.
Así pues muchas acaban siguiendo el camino de la prostitución, hay de todo, algunas es por pura vagancia (lo dicen ellas, no yo), como dicen mis amigas peixeiras, también podrían vender pescado o fruta como hacen ellas en vez de prostituirse, es más duro y ganan menos dinero pero al menos nadie las explota; otras ya vienen con problemas de drogas o alcoholismo y necesitan mucho dinero para mantener esas adicciones; y también hay quien lo ve como la única forma de aspirar a una vida material mejor que la que les espera en la típica vida caboverdiana de trabajo.
Lo cierto es que en la práctica para casi todas el negocio a la larga resulta mucho más dificil y menos rentable de lo que parecía al principio... me explican que uno de sus mayores problemas es que las roban muy a menudo, la mayoría de las veces hacen su trabajo en un callejón oscuro o en la playa de noche y hay gente que está esperando a que terminen para robarles el dinero que acaban de ganar, y ya de paso el móvil y cualquier cosa de valor que puedan tener encima.
No es ninguna broma, me explican que cada vez más las roban a punta de pistola, que por lo visto se consiguen con mucha facilidad, y cuando no a punta de cuchillo, las que llevan por lo menos medio año en el negocio tienen ya muchas cicatrices en la piel, algunas dan miedo sólo de verlas.
La lógica del ladrón es que una prostituta no va a denunciarles, porque tendría que explicar a la policía que estaba ejerciendo la prostitución en un callejón oscuro o en la playa a media noche... y en la práctica casi ninguna denuncia este tipo de robos.
Y por la misma regla de 3 tampoco denuncian las agresiones físicas y sexuales que sufren cada dos por tres, por una parte de gente que no quiere o puede pagar por su trabajo, y por otra parte de gente que por un motivo u otro les quiere hacer alguna putada, como dicen ellas, hay mucho cabrón por ahí suelto y en la práctica ellas son un blanco fácil para muchos de ellos.
A todo eso se le suma el que ni siquiera en su casa pueden estar tranquilas, y a veces hasta ahí sufren robos y agresiones, incluso delante de sus hijos... por eso es que hacen todo lo que pueden para que no se sepa donde viven.
Luego el trabajo en si es muy peligroso, para ellas y en menor medida también para los clientes, ellas siempre están en tensión pensando que el cliente tal vez las vaya a intentar robar, no pagarlas, darles una paliza, tenerles preparada una encerrona con 4 amigos en el callejón oscuro... las que llevan unos meses en la profesión ya han pasado en mayor o menor medida por todo ello y cuando las conoces un poco te das cuenta de que las cicatrices que se ven en su piel no son nada comparadas con las que hay dentro.
Y más de un cliente se llevó algún triste recuerdo para casa, hay prostitutas que aplican aquello de quien golpea primero da dos veces, y optan por la vía del robar a punta de navaja o pistola al cliente en el callejón oscuro, total, tampoco es probable que lo denuncie.
Y otras que están ya un poco desquiciadas por el trabajo y/o las drogas pueden castrar inesperadamente a su cliente cuando este menos se lo imagina, en las urgencias del hospital de Praia (la capital) llegan casos así con relativa frecuencia.
En definitiva, cualquier cosa menos placer y pasión...
Una de las cosas que más me ha impresionado es la forma en que representan su papel de cara a los clientes, pueden estar teniendo una conversación normal contigo sobre algún tema escabroso, con cara seria y expresión de pocos amigos... y entonces aparece el cliente y como si se pusieran una careta empiezan a representar el papel que toca, y es increible lo bien que lo hacen, como actrices no tienen precio!
Según me han explicado todo consiste en crear una especie de historia con la que le comen el coco al cliente para sacarle todo el dinero que puedan, está la de hacerse la víctima sentimental, el papel de mujer desvalida dispuesta a hacer cualquier cosa para agradar a su adorable protector, explotar la historia de la pobre madre prostituyendose para alimentar a su hijo, luego la historia de la prostituta que se enamora de tí precisamente y que te cobra porque no le queda más remedio pero en realidad sólo te quiere a tí y por las ganas te lo haría gratis... y para los que pasan de historias románticas y sólo buscan sexo tienen el papel de tonta superficial dispuesta a hacerte lo que quieras para luego comprarse cualquier capricho absurdo tipo ropa o joyas.
Marchan con el cliente representando su papel, y cuando vuelven solas es claramente palpable el mal cuerpo que traen, sin duda tiene que ser algo muy violento, me da la impresión de que nunca llegan a acostumbrarse a ello.
Lo más patético es que muchos clientes se creen la historia, y los hay tan rematadamente estúpidos que hasta se piensan que la están dando placer...
Esto último es muy triste, porque una buena parte de esos clientes están gastando el poco dinero que tienen en la prostituta, y luego su familia va a pasar mucha necesidad por ello, aquí todo el mundo se conoce y de alguna forma todo se sabe, y no sé que es peor, el ser prostituta, o el ser hijo de un padre que dilapida su sueldo y el de su mujer en putas y después sus hijos pasan hambre y visten casi con arapos...
Después veo que entre ellas las hay que son muy fuertes por dentro y son capaces de tener sangre fría para moverse en semejante infierno, y otras a las que la situación claramente las desborda y las destruye a nivel psicológico, estas últimas muchas veces acaban mal: alcohólicas, drogadictas o cualquier cosa peor; de las fuertes me imagino que alguna conseguirá buscarse la vida de alguna manera, ya sea a base de explotar uno o más tontos útiles, de conseguir ahorrar dinero para cambiar de ocupación... pero vamos, de cualquier forma es evidente que es un camino muy malo y que dificilmente puede terminar bien.
Lo más triste es que son todas muy jóvenes (veinti pocos años como mucho), la mayoría muy guapas y con inteligencia y aptitudes para hacer muchas cosas buenas y bonitas en la vida... y ver como la vida las machaca de esa manera a mí al menos me encoje el corazón.
Para colmo tienen un problema enorme porque una parte importante de los clientes no usan preservativo y de alguna forma parece inevitable que acaben contrayendo enfermedades de transmisión sexual de difícil curación... Y otra cosa que me llenó de espanto fue que algunas ni siquiera toman la píldora, sino que se meten unos algodones empapados en vinagre al fondo de la vagina para intentar evitar quedarse embarazadas... las explico que ahora hay diafragmas de latex que se untan de espermicida y son mucho más fiables, efectivos e higiénicos... no habían oido hablar nunca de ello.
Desgraciadamente aquí se ve claramente la verdad de aquel dicho de que 'la ignorancia es la mayor de las miserias', y a eso se le suma el que el saber que una cosa existe (como los diafragmas) no sirve de nada porque no están a la venta en ningún sitio.
Luego hay daños colaterales diversos, por ejemplo muchas tienen también hermanos y hermanas pequeños, y es realmente duro ver la cara que estos ponen cuando ven a su hermana prostituirse, de alguna forma es como que intentan entenderlo y no lo consiguen... pero al menos a mi no se me ocurre ninguna forma de explicárselo.
Así son las cosas aquí, si te paras a buscarlo hay mucha miseria y problemas, aunque de alguna forma tengo la impresión de que es más fácil arrimarse a lo bueno y evitar lo malo que en el primer mundo, aquí mismo sin ir más lejos, al lado de todas esas historias sórdidas, conocí a gente y familias que se ganan la vida con la pesca y/o la agricultura de una forma digna y adecuada, trabajan mucho pero se les ve bien, les da sólo para lo básico y poco más, pero desde luego parece un camino mucho más deseable.
En resumen aquí la sociedad se divide entre los que tienen algún recurso como un bote de pesca, un terreno para cultivar mijo o un pequeño negocio y los que no tienen nada, los que tienen algún recurso y trabajan mucho pueden vivir con dignidad aunque de una forma simple y sencilla, y los que no tienen nada el problema con el que se encuentran es que en cualquier trabajo asalariado les pagan tan poco que no les da para comer, en Cabo Verde no existe el salario mínimo y esto da lugar a muchos abusos por parte de los empresarios, tanto nacionales como extranjeros.
Así pues, no es de extrañar que muchos y muchas intenten el camino de la emigración, y algunos pocos el de la delincuencia, en los últimos años ha aumentado mucho la criminalidad aquí, a todos los niveles, por una parte en lo que se refiere a tráfico de drogas, blanqueo de dinero y cosas así que mueven mucho dinero.
Y por otra parte a nivel de pequeña delincuencia, esta es la más triste, porque en contra de lo que nos imaginamos en el primer mundo no se centra en robar a los turistas, sino que casi siempre sus victimas es la gente humilde y trabajadora, por ejemplo aqui hace poco un pescador amigo mío que vive en una cabaña tan pequeña que ni siquiera puede estar de pie dentro de ella, me contaba que ya le habían robado varias veces, una vez toda la comida que tenía, y otra vez la ropa de cama y alguna cosa más de poco valor...
Otra amiga mía que trabaja de camarera en un hotel 50 horas por semana por 200 euros al mes me contó que una vez la robaron por la calle un collar y unos pendientes de oro que tenía, heredados durante generaciones de su familia... y es triste, porque los autores de este tipo de robos suelen ser vecinos o gente del lugar que saben perfectamente que están robando a una persona pobre, humilde y trabajadora.
Historias así ya he escuchado decenas de ellas, y sin preguntar...
Luego hay las típicas estafas y engaños que explotan la ignorancia y el analfabetismo funcional que desgraciadamente no es difícil de encontrar aquí... pero vamos, así a ojo yo calculo que por cada turista al que le roban habrá tranquilamente 100 caboverdianos que también han sido víctimas de la pequeña delincuencia; muchas veces los ladrones intentan evitar robar a los turistas porque saben que eso puede tener consecuencias más duras para ellos si les pillan, mientras que al robar gente pobre y débil es más fácil primero que no les denuncien, y luego que les persigan con menos interés, y si llegan a cogerles que la pena sea menor.
Pues esto es en resumen lo que voy viviendo aquí, realmente pienso que estoy empapándome bastante bien de la realidad social y humana del país, es interesante y enriquecedor, aunque a veces más duro de lo que me gustaría :-(
Y bueno, en cuanto a la bahía del elefante dormilón, es así como llaman a esta montaña que se ve detrás de Xebec, dicen que si la miras desde lejos parece un elefante tumbado en el suelo y durmiendo, una vez que te lo dicen con un poco de imaginación si que lo parece!! XDDD
El fondeadero está bien, tiene la pega que el fondo está lleno de rocas, algunas muy grandes, pero bueno, con el ancla de 25 kilos que tengo para roca y 50 metros de cadena (hay 12 metros de profundidad) todo va bien, el paisaje es realmente espectacular, a veces se levanta la bruma del horizonte y puedo ver la isla de Fogo, un volcán activo de casi 3000 metros de altura que se alza imponente en el horizonte, está a 80 kilómetros, pero su presencia se siente como si estuviera a unos pocos metros, pienso que tiene que ser un sitio muy mágico y espero poder conocerlo en los próximos meses.