Isla de Santa María: la más al Sur de Azores

Finalmente, el 31 de enero de 2018 entregué las llaves de mi apartamento de Ponta Delgada y volví al barco una vez más, confieso que me costó más que las otras veces, incluso estuve durmiendo en el apartamento hasta el último día porque realmente se me hacía cuesta arriba volver a vivir en el barco, no podía evitar tener la sensación de estar volviendo "para atrás" en vez de avanzar "hacia delante", otra vez el mismo puerto, las mismas limitaciones, los mismos barcos, el mismo paisaje...

Algo tenía que hacer, así es que la madrugada del 2 de febrero solté amarras y antes de las 7 de la tarde ya estaba instalado en otro puerto, en otra isla, rodeado de caras nuevas y un paisaje hasta entonces desconocido para mi:

Xebec en el puerto deportivo de Santa María

Era un viernes cuando llegué, y la oficina del puerto no abriría hasta el lunes, pero los pescadores amablemente me dejaron usar sus duchas, y una vez limpio y presentable, me fui a buscar una buena y merecida cena en algún restaurante de Vila do Porto, la capital de la isla de Santa María; realmente una de las mejores cosas que tiene vivir en un barco es que es muy fácil cambiar de aires por completo, casi parece magia ^_^

Luego siempre hay obstáculos y sorpresas que superar, pero te vas acostumbrando, al fin y al cabo para eso es la vida, para vivirla, en este caso por ejemplo el acceso peatonal al puerto es de los tiempos de Cristóbal Colón, y aunque en la foto parezca pintoresco, hay que andar con mucho cuidado para no torcer un tobillo o tener una mala caída, especialmente cuando llueve y se convierte en un arroyo:

camino típico de Santa María

De todas formas, hay otra carretera para salir del puerto que se llama "a estrada da Birmania" y fue hecha a toda prisa por los americanos durante la segunda guerra mundial para construir lo que hoy es el aeropuerto de la isla, pero que durante la guerra fue una importante base militar preparada para albergar hasta 100 bombarderos cuatrimotores. Nadie me ha sabido explicar porque la apodaron de Birmania, tal vez los soldados americanos habían estado desplegados anteriormente ahí y el ambiente les resultaba similar o_O

Lo cierto fue que nada más llegar empecé a encontrarme con gente conocida de hacía tiempo, por increíble que pueda parecer, fui a amarrar a Xebec casi delante del Joshua, un barco en el que había estado a bordo en Gijón en 2007 cuando andaba buscando barco para comprar:

Xebec y Joshua en el puerto deportivo de Santa María

Su dueña, Jenny, es una mujer muy admirable, que a pesar de tener más de 70 años y una salud frágil, hizo la travesía en solitario desde el Portugal continental hasta Azores en 2012, teniéndoselas que ver por el camino nada menos que con el huracán Gordon y un tanque de gasoil perforado, todo al mismo tiempo!

Fue una agradable sorpresa, y quizás una misteriosa señal del destino, el volver a encontrarla después de tantos años, ahora tiene una bonita casa en la isla y me hizo de guía turístico motorizado varios días.

No sería la única persona conocida de la isla, teniendo en cuenta a alguna amiga que hice en Madeira que vive aquí, y otras personas que conocí en otras islas que también viven aquí, realmente ya tenía media docena de amigos que visitar nada más llegar! después a través de ellos fui conociendo más gente nueva, y así pasó un mes largo antes de ponerme a actualizar la página... es increíble como se esfuma el tiempo y lo pequeño que parece el mundo a veces.

La verdad es que en los 5 años que llevo en Azores sólo había escuchado cosas buenas sobre esta isla, empezando por el puerto deportivo, uno de los más protegidos de todo Azores:

el puerto deportivo de la isla de Santa María

...y siguiendo por sus muchos festivales de música y otras actividades culturales y deportivas, así como el hecho estadístico de que es la isla que más sol y menos lluvia tiene.

También tiene la particularidad de ser el lugar desde donde se controla todo el tráfico aéreo de una buena parte del Atlántico Norte, en la isla viven y trabajan en torno a 200 técnicos altamente cualificados relacionados con esa actividad, teniendo en cuenta que son los profesionales con mayores salarios de todo el país y que la isla apenas tiene 5000 habitantes, yo pensaba que de alguna forma se notaría a nivel social y económico... pero no, la verdad es que es un sitio muy normal, y la gente que trabaja en el aeropuerto son como todo el mundo, no se les nota que tengan más dinero que los demás.

Hay quien dedica un esfuerzo considerable para conseguir que el buzón de su casa sea una replica casi exacta de la propia casa, ya he visto varios ejemplos, pero no creo que tenga que ver con que trabajen o no en el aeropuerto:

buzón con forma de casa en la isla de Santa María

Luego en la práctica la realidad es que en el invierno es un sitio muuuuy tranquilo, tanto que a menudo te encuentras paseando solo por la avenida principal de la capital, hay pocos comercios abiertos, y no destacan precisamente por tener una gran variedad de cosas, sin duda lo que más hecho de menos de Ponta Delgada es la relativa gran variedad de comida que se consigue comprar con facilidad.

Aquí en Santa María, la comida es buena, pero pasa como en Flores, que hay que estar bien relacionado para conseguirla, hay alguien que tiene huevos de casa, otro que tiene aguacates de su árbol, otro que hace queso con la leche de sus vaquitas...

casitas con huerta de Santa María

...y claro, en la práctica hay que moverse mucho por la isla para tener la despensa bien abastecida, como dice una amiga mía de aquí: "não basta com ires a um só supermercado, tens que ir a todos, e mesmo assim é difícil".

Pero bueno, lo cierto es que paisajisticamente la isla es muy bonita y agradable, también es original, porque la mitad de ella es muy llana, casi recordando a los páramos de Valladolid (pero en verde):

paisaje típico de la parte llana de la isla de Santa María

Y la otra mitad es muy montañosa, de hecho esa parte me recuerda mucho a la Isla Brava de Cabo Verde:

paisaje montañoso típico mariense

Después en la práctica puede irse casi a cualquier lado andando, y además es muy fácil moverse de autostop, la gente incluso te ofrece llevarte sin ni siquiera tú pedirlo, realmente hay muy buena gente aquí, todo el mundo lo dice.

Yo ya recorrí casi toda la isla a pie, hay muchos senderos señalizados que llegan a casi cualquier sitio, tanto dando la vuelta a la isla como atravesando el interior, incluso la mayor parte de las carreteras tienen muy poco tráfico:

paisaje típico de Santa María, camino de Almagreira

En el pasado Santa María fue un sitio rico en cereal, que exportaba trigo incluso al Portugal continental, básicamente cuando fue colonizada en el siglo XV se taló una buena parte del bosque autóctono para este fin, es una historia repetida en todas las islas que he visitado: primero la isla estaba poblada por centenarios bosques de una gran biodiversidad, luego llegaron las personas, cortaron los bosques para colonizar la isla, y 5 siglos después básicamente queda un montón de pastos para vacas subsidiadas y algunos cultivos de árboles de crecimiento rápido para hacer madera con ellos.

Este es uno de los molinos típicos donde se molía el trigo y el maíz en los tiempos en los que se cultivaba cereal:

típico molino mariense

En los últimos años se está intentando proteger más las especies autóctonas, de hecho se ven reservas naturales y zonas protegidas a cada poco, pero en el conjunto la sensación en esta y en todas las demás islas que estuve es que donde llegó la humanidad el resto de seres vivos salió muy mal parado.

Aquí por ejemplo estoy en uno de los pocos bosquecitos de inciensos que hay en la isla, en la foto parece cualquier cosa, pero una vez ahí se siente una energía especial que te hace sentir bien:

Nacho en un bosque de inciensos en la isla de Santa María

Otro detalle que me llamó la atención de esta isla es que hay muchos caballos blancos, algo que no ocurre en ninguna de las otras islas de Azores, algunos son tan bonitos como este:

caballito mariense

Me han explicado que esto tiene una causa, y es que una vez al año celebran una procesión a un santuario que conmemora los eventos de Fátima de comienzos del siglo XX, de tal forma que para participar en la procesión hay que tener un caballo, y así es que mucha gente de la isla tiene un caballo sólo para ese día concreto del año... como diríamos en Asturias: "puro refalfio".

Así pues, podría decirse que Santa María es la Isla de los Caballos Felices, que sólo tienen que trabajar un día al año, y poco, y además nadie se los come, la cecina de caballo tan típica de León (España) aquí es totalmente desconocida.

Casualmente yo llegué la semana antes de carnaval, aquí lo celebran de una forma sencilla y sin grandes pretensiones, pero también por eso de una manera más cercana al resto de la gente, así por ejemplo, en un momento que me asomé al desfile había este Donald Trump acompañado de no se sabe quien:

carnaval de Santa María con Donald Trump

Y también esta carroza criticando al ayuntamiento de la isla:

parodia en el carnaval de Santa María

Un dato curioso es que Santa María es la isla de todo Azores con menos participación en las elecciones municipales, me comentaron que la última vez fue de tan sólo el 40%! me imagino que será que como se conocen todos saben bien que tanto los de un partido como los del otro son básicamente los mismos y da igual quien gane.

La verdad es que no me he querido enterar de los entresijos políticos de la isla, pero puedo dar fe que lo que es la biblioteca pública es de las mejores que he visto en mi vida, un precioso edificio antiguo de 4 plantas perfectamente restaurado y con unas vistas espectaculares, esta es la mesa donde suelo ir a trabajar con el portátil cuando me harto de estar en el barco delante del ordenador:

La biblioteca de Vila do Porto

Después también el mercado municipal de la capital es nuevo y muy agradable, me da la impresión de que junto con la biblioteca están concebidos por algún/a arquitecto/a con sensibilidad y buen gusto, algo que no es tan fácil de encontrar hoy en día en lo que a la obra pública se refiere.

Y bueno, todavía tendría muchas más cosas que contar, y un sin fin de fotos que enseñar... realmente la isla es pequeña (17x9 km) pero está llena de rincones mágicos y especiales, y lo cierto es que hay que verlos y vivirlos en persona.

Por lo demás, yo aquí sigo, pensando tranquilamente en el rumbo que tomar como esta simpática gaviota que tengo por vecina:

gaviota pensativa de Santa María

La verdad es que vine con la idea de estar un mes escaso y luego volver a Ponta Delgada, pero llevamos unas semanas que no dejan de pasar temporales uno tras otro, de tal forma que aquí sigo, si el tiempo no termina de mejorar no sé si me quedaré hasta comienzos del verano.

Es que al ser esta la última isla que me quedaba por conocer de Azores, tengo la sensación como de que aquí está ya todo visto y tal vez tendría que ir buscando nuevos horizontes, pero por otro lado se me hace cuesta arriba pasar al menos una semana entera navegando solo hasta llegar por ejemplo a Canarias.

Unos días me viene a la cabeza aquella frase de no sé que yatista famoso que decía "navegar en solitario es la forma más lenta, incómoda y peligrosa de ir de un sitio donde se está bien a otro sitio donde no hay nada que hacer", pero otros días el cuerpo me pide buscar nuevos horizontes a pesar de todos los problemas u obstáculos, y así va pasando la vida.

 

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Nacho, el autor de esta web

Nacho (el autor de esta web)

En otros tiempos informático, desde 2004 vivo de una forma más coherente conmigo mismo, siendo esta web consecuencia directa de ello, la creé para promocionar mi consultorio y acabé hablando de todo tipo de cosas.

Nací en España hace 45 años, y hace mucho que no llevo una vida "normal", primero viví en un barco durante 10 años, luego en una remota aldea azoriana, y desde junio de 2022 estoy en Argentina en busca de nuevos horizontes.

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