A veces las cosas simples son las más importantes, y eso ocurre con las amarras y defensas de un barco en un puerto deportivo, puede parecer algo trivial pero tiene su ciencia, y si el puerto está relativamente expuesto a temporales de algún cuadrante determinado, merece la pena invertir tiempo y esfuerzo en amarrar el barco bien para pasar el invierno sin tener que preocuparse demasiado por él.
Yo desde que llegué a Madeira en 2011 he estado siempre en puertos relativamente expuestos, y al final llegué a la conclusión de que lo mejor, más efectivo y más barato son las cubiertas viejas de coche, disponibles gratis hasta en el más remoto de los puertos:
Ahora bien, ponerlas en las amarras no es como decorar un árbol de navidad, yo siempre las pongo así, con los cabos pasados a través de si mismos mediante una gaza, de esta forma cuanta más tensión se ejerce en el neumático más aprieta el cabo la cubierta, de tal forma que no hay peligro de que se rompa el cabo por rozamiento contra la cubierta:
Luego también de esa forma el amortiguador tiene 3 fases, la primera muy suave con el neumático en el agua, la segunda cuando al tensarse la amarra el neumático se levanta y su peso frena el movimiento, y la tercera cuando el cabo ya está en horizontal y se empieza a deformar la cubierta propiamente dicha, lo cual puede requerir varios cientos de kilos de fuerza y es lo que evita que se rompan las amarras y/o el barco.
Después un detalle muy importante que a menudo se pasa por alto es el del tipo de cabo con el que se amarra el barco, se trata de que el cabo tenga cierta elasticidad propia, es decir que se estire algo bajo tensión, un 10% aproximadamente, esto se consigue fácil con cabos de 3 ó 4 cordones de Nylon u otros plásticos baratos como los de la anterior foto y la siguiente:
Lo que no tiene sentido es usar los cabos trenzados como los de las drizas o las escotas, que están hechos de tal forma que sean lo menos elásticos posibles para que las velas no cambien de forma con las variaciones del viento; si se usan estos cabos para amarrar el barco lo que ocurre es que todos los tirones se transmiten al barco de forma brusca y sin amortiguar con el consiguiente peligro de romper algo, a parte de que dentro la vida se hace mucho más incómoda... y para colmo esos cabos poco o nada elásticos son mucho más caros que los otros.
Por este mismo motivo tampoco suele interesar usar cabos demasiados gruesos, porque cuanto más grueso es el cabo menos se estira bajo la misma carga.
Yo de hecho, en 2008 compré 100 metros de cabo de 12 mm de Nylon por tan sólo 30€, en una tienda de materiales de construcción de Gijón, y dio muy buen resultado, me explicaron que eran las "cuerdas" que usan para las líneas de vida de los andamios cuando tienen que arreglar fachadas de edificios; ocho años después todavía una buena parte de esos 100 metros siguen estando en buen estado de uso.
Los mismos 30€ en una tienda "para barcos" no daban ni para la tercera parte...
El problema de que rompan las amarras no se suele deber tanto a las fuerzas que tienen que soportar (al menos en barcos del tamaño de Xebec), sino al hecho de que rozan con partes del barco o del pantalán, y esto se evita fácilmente con unos cachos de buenas y baratas mangueras.
Lo que ocurre es que hasta que la manguera toma la forma del cabo tiene tendencia a salirse de su sitio, pero eso se soluciona fácilmente con un cachito de cabo y un nudo constrictor doble en la manguera, de tal forma que esta queda hecha firme a alguna parte del barco, en la foto se entiende mejor:
Aunque pueda parecer sorprendente, las propias mangueras acaban desgastándose por la fricción interna del cabo, de tal forma que con el tiempo el cabo volverá a rozar en el metal y a romperse, por ello conviene comprar mangueras buenas con pared muy gruesa, y ante la duda nunca está de más poner todos los cabos duplicados.
Otro detalle importante para llevarse bien con el vecino es no amarrarse a sus cornamusas "por encima" sino más bien por debajo como en esta foto:
Habrá quien dirá "¡que tontería!", pero en los años que llevo viviendo a bordo de Xebec he visto más de un problema que se podría haber evitado pensando en los demás en vez de sólo en uno mismo, realmente no cuesta nada y quedas bien, además de esa forma los cabos se desgastan mucho menos en las cornamusas del pantalán.
Y así como los cabos pueden desgastarse hasta romperse rozando contra el barco, puede ocurrir lo mismo si rozan contra el pantalán, especialmente si les ayuda el peso de los neumáticos, una vez más eso se arregla con un buen cacho de manguera:
A veces lo más sencillo es usar cachos de 1 o 2 metros de manguera en las amarras y quedan perfectamente protegidas en toda su extensión, para conseguir meter tanto cabo por una manguera se puede usar un hilillo atado al extremo del cabo con un nudo constrictor bien apretado:
Uno de los detalles más importantes para que el barco pase el invierno contento es poner las defensas en el pantalán en vez de en el barco, de esta forma no se dañan los costados del barco, ni se fatigan los candeleros, los guardamancebos, y además el barco se ve más bonito, y no se nota tanto que hace meses que tendrías que haber limpiado tus defensas con gasolina:
El truco del almendruco para que esto funcione es que el barco nunca o casi nunca llegue a tocar las defensas del pantalán, porque si lo hiciera lo más probable es que al cabo de unas horas o días las defensas se movieran y el barco acabase machacándose contra el finger; también para esto viene bien vivir en el barco, porque si hay cualquier problema con las amarras o las defensas en seguida lo ves y le pones solución.
Yo si tuviera que ausentarme del barco por unas semanas preferiría dejar defensas también en el barco además de en el pantalán, sólo por si acaso...
Pero como quiera que sea, el verdadero truco está en amarrarse a dos fingers simultáneamente, de tal forma que se ocupan dos plazas del puerto mientras que sólo se paga una, así es muy fácil que el barco no roce contra los fingers, y además las vistas desde el interior mejoran ostensiblemente:
Este último truco depende mucho de las circunstancias de cada puerto, en el caso de Ponta Delgada el puerto es tan grande que como se aprecia en la anterior foto sobran plazas, y así es que prácticamente todos los barcos estamos amarrados a dos fingers usando cada uno dos plazas; una señal más de lo bien que se vive aquí en Azores, como se suele decir: "cuanto menos bulto más claridad".
Y un último detalle que a menudo no se tiene en cuenta es el intentar distribuir las fuerzas que soporta cada cabo en distintos elementos de la cubierta, en esta foto se aprecia bien, cada uno de los 4 cabos que amarran la proa de Xebec se apoya en 3 elementos diferentes, con lo cual la fuerza que soportan queda mucho mejor distribuida en una amplia zona de la cubierta, y a la vez están puestos de tal forma que unas fuerzas intentan anularse a otras, en especial en la cornamusa grande del centro:
Sobra decir que al menos una vez al año hay que revisar que todas las cornamusas del barco (y del pantalán) estén bien apretadas, así como demás elementos de cubierta, simplemente con el uso normal y las dilataciones por los cambios de temperatura es normal que necesiten apretarse un poco de vez en cuando.
Como se puede ver, en el fondo todo se resume en usar el sentido común y las leyes de la física, pero realmente merece la pena, en el fondo implica sólo trabajar unas horas más el día que amarras el barco, pero luego ya te ahorras muchas preocupaciones y averías a lo largo del invierno.