A diferencia de años pasados donde todo fue más bien planificado y despacio, este año del Conejo de Metal (2011) todo está yendo muy deprisa y de forma espontánea, como si el viento del destino me empujará inexorablemente hacia el Sur con cierta prisa.
Primero fue el tema de la varada, que por una serie de casualidades tuvo que ser 2 meses antes de lo previsto (en febrero) y en el puerto de Baiona, después debido a otro cúmulo de casualidades que ya explicaré en otro momento me vi dejando atrás la España peninsular 2 meses antes de lo previsto y sin poder despedirme de toda la buena gente que conocí en Galicia (lo haría después y por teléfono desde Portugal), y ahora mientras escribo estas líneas (21/6/2011 en Porto Santo, Madeira) todo parece indicar que no me puedo quedar mucho tiempo aquí, aunque esto ya lo explicaré en la parte de la travesía de Viana do Castelo a Madeira.
El viaje de Vigo a Viana do Castelo pasando por Baiona fue corto y agradable, el mapa viene a ser este:
Aunque en el mapa se vea de distinto color el agua en España y en Portugal en realidad no hay tal diferencia, es el programa con el que hago el mapa, que es un poco patata :-P
De Vigo a Viana do Castelo, creo que navegué unas 60 ó 70 millas, y aunque parezca mentira, tardé unos 9 meses! XDDD
Estas son las cosas que escribí mientras estaba en Vigo y en Baiona, pongo aquí los enlaces para no andar repitiendo las cosas, y para que quien quiera leerlo todo pueda hacerlo de una forma sencilla y ordenada:
- Otoño/invierno en Vigo preparando la aventura del próximo año
- Adios al Puerto de Teis y al Monte de la Guía
- Varada y mantenimiento en Baiona
- En Baiona y alrededores
- Últimos días en España
Al final estuve un año y unos días en Galicia, y la verdad es que me quedó una impresión muy grata y positiva de esa parte del mundo, si tuviera que decidir un sitio al que volver de todos los que he estado hasta el momento, seguramente sería a Galicia a donde decidiese volver; no soy el único que piensa así, mucha gente que lleva más de 30 ó 40 años navegando dicen lo mismo, unos dicen que volverían a Galicia o las Maldivas, otros que a Galicia o al Reino de Tonga, pero todavía no oí de nadie que conociese Galicia y no le quedasen ganas de volver.
Tampoco es difícil de entender que Galicia esté abarrotada de arriba a abajo de casitas de campo, la mayoría en muy buen estado, contrariamente a lo que se piensa fuera de Galicia, no se trata de que todos los gallegos sean narcotraficantes y millonarios, y por tanto tengan cada uno un chalet en el campo, sino más bien que después de pasar media vida o más trabajando duramente en los más pintorescos lugares (se dice que "hay un gallego en la luna"), al final decidieran invertir los ahorros de toda una vida de trabajo en tener una bonita casa en el sitio donde nacieron, y que a lo largo de la vida, por comparación con otros lugares, aprendieron que era realmente un sitio muy bueno.
A parte de ser un sitio relativamente barato, donde se puede fondear gratis y por tanto los puertos tienen precios razonables, es un lugar muy rico en historias y tradiciones, según los geólogos es una de las tierras emergidas más antiguas del planeta, y de alguna manera eso es algo que se respira en el ambiente, da igual donde vayas, siempre acabas dando con un cruceiro, unos petroglifos, un antigua santuario celta... testimonios materiales de un pasado misterioso que habla sin palabras.
A mi me gusta ir a esos sitios especiales, donde uno puede dar un paseo despacio para captar la magia del ambiente, y después sentarse en un sitio discreto y escuchar lo que dicen las piedras, dicen muchas cosas si se sabe escuchar y se tiene paciencia, porque ya se sabe que para ellas el tiempo tiene otra escala que se mide en miles de millones de años.
Uno de esos sitios es el monte de la Virgen Enana de Baiona, no es que se apareciese ahí una virgen más bajita de lo habitual, sino que cuando estaban haciendo la virgen (sobre un antiguo santuario celta) tuvieron problemas económicos, y se vieron en la disyuntiva de dejar la obra inacabada o acabarla haciendo una chapucilla, al final se decidieron por esta última opción y pusieron lo que era la parte del pecho sobre la cadera, dejando la mayor parte de la barriga sin hacer... así es como lo explica el panfleto que te dan si pagas por subir a lo alto de la virgen, y a decir verdad, si no lo lees o te lo dicen lo más probable es que no te des cuenta, pero si te fijas se ve claramente que hay un escalón en la mitad del tronco donde debería de estar la barriga (en la foto no se aprecia).
Supongo que es otro episodio más de la maldición de los Celtas... según la cual quienes habitasen su país después de ellos moverían mucho las piedras pero nunca podrían colocarlas de forma ordenada mientras no volviesen a vivir en armonía con la Naturaleza. Esto es algo que se aprecia muy bien en la ciudad de Vigo, uno de los mayores desastres urbanísticos del planeta, donde no ya sólo las aceras muchas veces brillan por su ausencia, sino que a menudo ni siquiera hay calles donde debería de haberlas, y los mapas y la realidad parecen pertenecer a mundos diferentes.
Pero bueno, así es Galicia, nadie dijo que ahí la vida fuese fácil! muchas veces hay que saber aceptar las peculiaridades incómodas o desagradables del entorno como parte de su esencia y su encanto, así es la propia naturaleza, tiene cosas bonitas y amables, y cosas duras y desagradables; supongo que de alguna forma hay que saber vivirlo todo de la forma más adecuada.
Y ahí al pie de la virgen enana de Baiona me encontré nada menos que con este cruceiro de un Suzaku descabezado:
Supongo que es la influencia de Portugal, cuyo simbolo es el famoso gallo de Barcelos, una tradición que por lo visto se remonta a la Edad Media, donde no se sabe muy bien por que apareció un cruceiro en Barcelos donde se veía un pájaro y un dragón... los arqueológos e historiadores diran lo que quieran, pero cualquiera que sepa un poco de tradiciones y mitologías orientales sabrá que cuando un pájaro aparece cerca de un dragón se trata de Suzaku (NánFangZhuQue o FengHuang en chino), la famosa ave color vermellón que se encuentra en el cielo del Sur, y que de vez en cuando baja a la tierra a poner un poco de orden.
Pero bueno, no tengo mucho tiempo para extenderme con estas cosas... tan solo quería mostrar que en Galicia se encuentra uno muchas sorpresas, es un sitio que no deja de sorprenderte todos los días, la mayoría de las veces de forma agradable.
Como quiera que sea, mis días en Galicia se terminaron, me alegro mucho de haber tenido la oportunidad de conocerla y pasar ahí un año y unos días, pero está claro que el Viento del Destino me empuja inexorablemente hacia el Sur, donde previsiblemente me encuentre con otras muchas cosas que todavía no puedo ni imaginarme o_O
