Hubo una vez un yatista famoso que decía que "navegar a vela es la forma más lenta, cara, incómoda y peligrosa de ir de un sitio donde se está bien a otro donde no hay nada que hacer", esa frase venía a mi cabeza las últimas semanas que estuve en la isla Terceira, efectivamente esa isla es el ejemplo perfecto de sitio donde se está bien: un puerto bueno y barato, rodeado de buenas tiendas y restaurantes, limpio, seguro, con buenas playas, a tiro de piedra de un aeropuerto internacional... la combinación perfecta entre lo bueno de los sitios grandes y de los pequeños.
Pero la verdad es que al final me cansé de Terceira, según iba terminando el verano el puerto deportivo cada vez me recordaba más a un geriátrico, siempre viendo las mismas caras de los mismos yatistas jubilados, paseando en círculos todo el día y hablando con entusiasmo del tiempo y las ofertas del supermercado...
A lo largo de septiembre las amistades que había hecho durante el verano fueron marchándose una a una, siguiendo sus respectivos caminos, y realmente se me hacía cuesta arriba volver a estar solo, comer solo, ir a la playa solo, pasear solo... cuando siempre ha sido así no lo notas, pero pasar de estar bien acompañado a estar solo es un bocado chato como dicen por aquí.
Así que en vista de que todo el mundo hacía las maletas, yo también me fui, saqué la carta náutica de Azores y dije "Ay mira, si todavía me quedan 5 islas por conocer... esta del volcán tiene que estar bien", y dicho y hecho, solté amarras y puse rumbo a la isla del Pico; en esta foto ya estoy llegando y empezando a bordear la costa Sur hasta el puerto deportivo de Lajes do Pico:
Geológicamente Pico es la isla más nueva de Azores, y donde se encuentra la mayor montaña de Portugal: el volcán de Pico, con casi 2400 metros de altitud, también es famosa por ser una zona de producción de buenos vinos, y por ser quizás el mejor sitio de Azores para ver ballenas y todo tipo de cetáceos.
Es también la segunda isla más grande de Azores, con 447 kilómetros cuadrados, pero tiene tan sólo unos 14000 habitantes desperdigados por toda la isla, con lo cual en la práctica parece un sitio muy tranquilo y con poco movimiento, no hay un centro económico y financiero como en otras islas, sino que cada pueblín tiene su cosa, Magdalena el puerto comercial, Lajes do Pico el puerto deportivo y los turistas que van a ver ballenas, San Roque el aeropuerto...
En la práctica esto se traduce en que hay que moverse por media isla para cualquier gestión o compra que se necesite hacer... y resulta que desde Lajes sólo hay un autobús a las 6:45 de la mañana que vuelve a las 19:00, con lo cual en la práctica lo más fácil es no moverte mucho.
Pero al menos el puerto es bastante bueno, en el sentido de estar bien protegido de las olas y el viento, aunque no tiene duchas ni agua caliente, ni maquinas de lavar la ropa, ni tiendas de comida cerca... es un poco para aventureros, hasta porque tiene sólo 4 plazas disponibles para barcos de fuera, tan sólo una parte del lado exterior del primer pantalán:
A Xebec y a mí nos tocó un sitio bueno, en una esquinita bien resguardada y con buenas vistas del volcán, la mayor parte del tiempo está oculto por un misterioso manto de nubes, pero cuando se destapa realmente tiene una presencia muy fuerte:
Esa escultura blanca que se ve delante del volcán, aunque parezca un monumento a la democracia hormigonera, en realidad es un monumento a los cazadores de ballenas, si uno se acerca se puede ver como tiene grabado en la piedra los nombres de cerca de un centenar de cazadores de ballenas, vigías, patrones de empresas balleneras y hasta los nombres de los barcos que participaban en las cacerías.
Pico fue quizás la isla de Azores donde más peso a nivel económico tenía la industria de la caza de ballenas, y al prohibirse esta actividad a comienzos de los años 80 se intento reconvertir al turismo ecológico, de tal forma que ahora el negocio ya no es cazar ballenas sino más bien hacer museos sobre ellas y sacar a pasear turistas para verlas en vivo y en directo en el Mar.
Quizás la empresa más veterana en este tipo de turismo sea Espaço Talassa, que comprende no sólo varios barcos de avistamiento de cetáceos, sino también un hotel, un buen restaurante, y una especie de tienda-centro de interpretación donde casi todos los días hay charlas relacionadas con los ecosistemas de la isla de Pico, yo voy a menudo y puedo decir que hacen un buen trabajo, pienso que es un buen ejemplo de turismo de calidad.
Además también organizan excursiones por el interior de la isla, que son muy agradecidas por los yatistas sin coche que estamos en el puerto deportivo ^_^
Después cada pueblín tiene su museo sobre las ballenas, en Lajes do Pico está quizás el más completo, con una biblioteca llena de libros difíciles de encontrar, no sólo sobre las ballenas sino sobre un sin fin de temas relacionados con el Mar.
Luego en San Roque hay un museo sobre la industria asociada a la caza de las ballenas, y en Magdalena do Pico está el museo del Cachalote y el Calamar, que se centra principalmente en la parte biológica de los cachalotes, en el sentido de explicar sus detalles fisiológicos, como que tienen el cerebro más grande del mundo animal, o que su corazón pesa cerca de media tonelada y bombea constantemente los más de 2000 litros de sangre que circulan por sus venas.
Y no menos importante es el trabajo de los diversos clubes navales de la isla, que mantienen operativos y en perfecto estado de conservación muchos de los últimos barcos que se dedicaron a la caza de las ballenas, así por ejemplo estos dos eran los que remolcaban los botes balleneros hasta el lugar donde estaban las ballenas, y luego, una vez muerta la ballena la remolcaban hasta puerto para descuartizarla y fundir su grasa para meterla en barriles.
Hoy en día estos barcos son usados para remolcar los botes balleneros de una isla a otra con la intención de hacer regatas entre ellos, en especial en lo que se refiere a las islas del grupo central de Azores (Faial, Pico, São Jorge y Graciosa), y ahí donde se ven pueden tener motores de entre 200 y 400 CV, pudiendo pasar ampliamente de 20 nudos de velocidad... poniendo muy contento al dueño de la gasolinera del puerto ;-)
Luego una vez tierra adentro, me sorprendió ver que había muchísimos más árboles que en las otras islas de Azores que había conocido hasta ahora, que debido a tener una economía basada en la ganadería su paisaje predominante es el de prados verdes con 4 árboles aquí y allá.
En cambio Pico nunca fue una isla muy dada a la ganadería, porque al ser geológicamente tan nueva el suelo está lleno de piedras y a menudo es demasiado escarpado y accidentado; así es que en el pasado hubo muchas plantaciones de frutales, en especial naranjos, pero con el tiempo fueron abandonándose y su lugar fue ocupado por especies invasivas de árboles, que si bien no tienen grandes aplicaciones comerciales, al menos dan un ambiente frondoso a la isla que a mi realmente me resulta muy agradable.
Esta foto está tomada desde un alto de la costa Norte, a unos 800 metros de altitud, donde ya no hay tantos árboles, pero en cambio pueden divisarse islas como la de San Jorge (al fondo):
Y estas son las vacas felices de la isla del Pico, todo el día comiendo hierba ecológica y disfrutando de la anterior vista tranquilamente, sin duda tienen que dar una carne de primera calidad, otra cosa es si llega al supermercado o termina en los arcones frigoríficos de su dueño y los vecinos, amigos y familiares de este.
Luego siguiendo por la costa Norte hay zonas donde se puede ver la lava solidificada más reciente de Azores (sobre el nivel del Mar), procedente de erupciones del siglo XVIII, lo que popularmente se conoce como "misterios", porque en aquella época no se sabía que era aquello ni porque ocurría, y entonces se le daba ese nombre seguido a continuación del nombre de un santo (por si acaso).
Por ejemplo esta foto está tomada en el Misterio de Santa Lucia:
Es curiosa la forma en que queda solidificada la lava, a menudo parece como una masa para hacer pasteles... de hecho en algunos sitios a los "misterios" les llaman "bizcochos", porque la forma en que quedó solidificada la lava recuerda a la masa para hacer bizcochos.
A menudo estas zonas de lavas recientes son las que se usan para cultivar viñas, ya que son de las pocas plantas capaces de crecer en un ambiente tan hostil, desde hace siglos hasta hoy el método de cultivo consiste en formar pequeñas parcelitas de unos pocos metros cuadrados con muros de piedra para proteger a las viñas del viento marino:
Esto da un paisaje característico que está reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad, y realmente es curioso, porque cuando se miran de cerca se puede ver que las viñas salen prácticamente de grietas en la lava, y al caminar entre ellas realmente no hay tierra, sólo lava y piedras, y de ahí consiguen sacar toneladas de uvas de distintos tipos... como dice el dicho "la necesidad agudiza el ingenio".
Los pueblos que hay en esas zonas de lavas nuevas son muy "oscuros", en el sentido de que todo el paisaje es de piedra negra como la noche, y las propias casas son hechas con la misma piedra, de tal manera que mires donde mires sólo ves negro sobre negro, y a mí sinceramente me daba una sensación un tanto agobiante, como en esas películas en que se presiente que va a ocurrir algo desagradable pronto.
Uno de esos pueblos se llama "Cachorro", porque tiene una roca que quedó solidificada con forma de cachorro de perro:
Y a pocos metros del Cachorro está una central eléctrica que funciona con la fuerza de las olas, tiene este aspecto tan siniestro:
El mecanismo consiste en que al entrar la ola por debajo del edificio empuja el aire hacia arriba, de tal forma que es ese aire quien mueve la turbina y no el agua de Mar, y esto a su vez hace que el edificio entero "resople" como si dentro hubiera una bestia encadenada, en los días de temporal, según me cuentan, el resoplido es tan fuerte que se puede escuchar a varios kilómetros a la redonda.
Por lo visto tardaron 10 años en conseguir que funcionase el invento, porque debido a lo agresivo del medio marino todo eran problemas y retrasos, y aún así el cartel explicativo dice que el edificio presenta graves problemas estructurales debido a los golpes de mar... y todo para generar 50 kwh, los días que hay olas grandes, claro.
Se mire como se mire, el futuro de la energía pasa por consumir menos ;-)
También es de destacar que en la capital de la isla, Magdalena do Pico, hay muchos grafitis decorando el pueblo, este por ejemplo, titulado "Baco", es de una artista uruguaya llamada Rocío Matosas:
Realmente se agradece el colorido en un sitio que por lo demás es algo gris, y además muy parado, yo realmente esperaba encontrar un sitio más dinámico y vivo, y me sorprendió que tiene incluso menos movimiento que la isla de Las Flores, donde si bien hay pocas cosas, al menos están más cerca unas de otras y tienen más dinamismo.
Pico es ya la quinta isla que conozco de Azores, y si tuviera que resumirlo en pocas palabras, diría que Flores es la mejor isla para vivir, Terceira la mejor para ir de compras, y Pico está bien para ver ballenas y comprar vinos.
Pero bueno, todavía me quedan otras 4 por ver: San Miguel, que es el centro administrativo, económico y burrocrático de Azores, Faial, que es algo así como "la Meca del yatismo", San Jorge, donde cuenta la leyenda que están los mejores quesos de Azores, y Santa María, la isla de los controladores aéreos, ya que ahí está centralizado el control del espacio aéreo de la mayor parte del Atlántico Norte.
Como se puede ver, aquí en Azores tenemos de todo un poco ^_^