Escrito el 5/Febrero/2023 por Nacho
Afortunadamente, en medio de los tiempos turbulentos que vivimos, ya se empiezan a ver pequeñas lucecitas esperanzadoras que, si Dios quiere, irán creciendo en tamaño e intensidad con el tiempo.
Una de esas lucecitas esperanzadoras fue este mural que me encontré nada menos que en pleno centro de la ciudad de Trelew el mes pasado, como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras (hacer click para ampliar):
Y no se trata de la obra de una o dos personas aisladas, está financiado por una docena de pequeñas y medianas empresas privadas de la ciudad, así como este otro que es continuación del anterior doblando la esquina del edificio:
En otras palabras, que a pesar de todos los problemas que atraviesa Argentina, mucha gente acá ya se ha dado cuenta de que todo este "cambio de paradigma" de los últimos años, la "digitalización de la vida", no es sino una estrategia de control y manipulación de quienes mandan hacia el resto de la humanidad, su respuesta a los problemas en que nos han metido: más control, más represión y más censura; lejos de reconocer sus errores y canalladas lo que han hecho ha sido dilapidar los pocos recursos que quedan en una especie de sistema de control planetario cuyo único fin es mantener sus privilegios a costa de todo y de todos/as.
Es muy largo de explicar a nivel técnico, pero en resumen esto es así por la forma en que se ha estructurado Internet en los últimos 25 años, lo cual ha sido una decisión política que no se ha votado en ningún parlamento.
Internet podría haber adoptado una estructura descentralizada, en la que hubiera miles de buscadores y proveedores de servicios independientes, y en vez de eso hay media docena de grandes empresas que se han hecho con el control de casi todo porque llevan décadas ofreciendo sus servicios muy por debajo de su coste real.
Y además, no hay ninguna necesidad de que Internet sea indispensable para casi cualquier cosa, eso también es una política no votada en ningún parlamento que además chirría mucho por lo forzada que es, lo normal hubiera sido integrar Internet en lo que ya había de una forma complementaria, un poco como era en los años 90, algo útil, descentralizado, libre y perfectamente prescindible para quien prefiriese vivir lejos de las pantallas.
En este esquema que hice para un seminario sobre los efectos nocivos de las TICs en los niños y jóvenes puede apreciarse esto que digo:
Básicamente entre las 2 chicas del gráfico no hay necesidad de que haya todos esos computadores, podrían estar mandándose mensajitos usando simplemente un computador pequeñito gestionado por algún familiar, por la junta de vecinos del barrio, por una pequeña empresa local, un ayuntamiento, un gobierno provincial o nacional... y en vez de eso lo que hay son 5 grandes empresas a nivel planetario que para colmo son todas de los mismos dueños; obviamente esto no es espontáneo sino totalmente forzado.
Y por si a alguien le queda alguna duda, no hay más que ver la enfermiza insistencia con que nos piden que instalemos sus dichosas APPs y que nos pasemos la vida delante de una pantalla:
Una vez más tirando del hilo del dinero se empiezan a entender las cosas... resulta que el anterior pack con Internet + TV, que será de lo mejor que se pueda contratar en Trelew, cuesta 9€/mes, "re barato" como dicen por acá, al igual que el alcohol, el tabaco, las drogas y todo lo que es malo para quien lo consume y bueno para mantener sumisa a la gente; en cambio el kilo de avellanas está a unos 30€, el de tahini a unos 15€, y el otro día vi un supermercado donde cuesta casi lo mismo un litro de agua mineral que un litro de vino.
Pero como digo, lo bueno es que la gente ya se ha empezado a dar cuenta, de hecho el año pasado cayeron notablemente las ventas de teléfonos móviles a nivel mundial, y para 2023 se espera que sigan cayendo.
Más pronto que tarde el tener o no celular, el usar o no redes sociales, el ver o no ver televisión... se va a convertir en un acto político como pueda ser el militar en uno u otro partido político; en vez de ser de izquierdas o de derechas habrá gente apantallada y no apantallada, es natural que así sea porque eso es algo que sí define y diferencia a unas personas de otras, cada vez más.
Todavía mucha gente se sorprende cuando les digo que no tengo celular ni Whatsapp, que me manejo sólo con correo electrónico y fijos virtuales, pero lo cierto es que al final se vive igual (en realidad mejor), cuando hay un motivo de peso para comunicarse la gente se comunica de una forma u otra, y en el fondo el forzar hasta extremos enfermizos el que la gente use medios de comunicación controlados lleva a que se vuelvan a organizar cosas a nivel local prescindiendo de las pantallas.
No puede ser de otra manera, el extremismo lleva a ese tipo de paradojas, hay un punto en que cuanto más se insiste en algo menos se consigue, y pienso que con la "digitalización" de la vida ya se ha llegado a ese punto, se nota en el perfil de quienes están muy activos/as en las redes sociales, enganchados a la televisión y cosas similares.
Otro detalle importante es el tema de la lectura y escritura, este otro grafiti denuncia el acoso a que tenemos que enfrentarnos las personas que todavía leemos habitualmente, nótese los perros rabiosos rompiendo los libros abajo a la izquierda:
De hecho es increíble lo que han subido los precios de los libros en Argentina en los últimos 8 meses (desde que llegué), el mismo libro que valía 500 pesos (2€) en junio de 2022 ahora cuesta 1700 (4.5€) (más del doble de la inflación real), se supone que es porque sólo hay dos papeleras en el país y pactan los precios para hacerlos subir, pero aplicando el "piensa mal y acertarás" puedes pensar que es algo intencional para dificultar que la gente lea, de hecho el efecto neto es ese: se publican y se venden menos libros, y por ese motivo se lee menos o con mayor dificultad.
La verdad es que en Argentina hay una tradición muy viva de murales y grafitis callejeros, muchos son independientes, y muchos otros pagados con dinero público, este por ejemplo está inspirado en El Principito, cuyo autor visitó frecuentemente la Patagonia por motivos profesionales, y según se dice se inspiró en sus paisajes para escribir su libro:
Yo tuve la suerte de hospedarme en el mismo hotel que Antoine de Saint-Exupéry, el Hotel Touring Club, auténtico museo viviente por donde han pasado la mayoría de personajes carismáticos de la Patagonia Argentina, y que casualmente es propiedad de dos hermanos descendientes de asturianos y que siguen conservando la simpatía y calor humano que caracterizó a Asturias durante tanto tiempo.
Tanto es así que cuando me conocieron y supieron que soy asturiano me dieron una habitación de las más caras a precio de la más barata, con un gran balcón y vistas al Banco Nación:
En conjunto Trelew me ha parecido un sitio interesante y lleno de vida, si tuviera tiempo tendría muchas más cosas que contar sobre la ciudad y lo que he andado haciendo estos dos últimos meses, pero todavía sigo navegando entre papeles, llevo ya casi 4 meses con los trámites para conseguir la residencia en Argentina, y no sé cuanto más durarán, siempre parece que es cuestión de sólo una o dos semanas más, y así van pasando los meses... así que prefiero no hablar mucho del tema.
Y volviendo a lo de las pantallas, sé que según están las cosas es difícil dejarlas de lado por completo, pero dentro de las posibilidades de cada uno/a merece la pena hacer un esfuerzo por ello, sobre todo en el sentido de cambiar tiempo de pantalla por tiempo de hacer cosas con otras personas.
Ya sólo el tomar conciencia de que son un sistema de control e influencia por parte de quienes mandan es un paso importante en la dirección correcta, y ya se sabe que "todo viaje comienza con un primer paso" ;-)