Escrito el 29/Octubre/2020 por Nacho
Este año está siendo especialmente complicado, el verano fue raro, comenzó con mucho retraso, el tiempo anduvo muy revuelto y las cosechas o se malograron o quedaron bastante menguadas, y por desgracia no fui sólo yo quien lo notó, sino que afectó a todos los animalitos de mi entorno.
Así es que llevo meses haciendo frente a una plaga de ratas, ratones y bichos de todo tipo totalmente desesperados porque el invierno se les echa encima y sus reservas estratégicas están bajo mínimos, con lo cual se han liado la manta a la cabeza y pretenden arramblar con todo bajo el lema "lo mío es mío y lo tuyo es nuestro".
Yo este año había apostado por el cultivo de los physalis, con la idea de conseguir tener fruta ecológica fresca a lo largo de todo el año, en pequeñas cantidades pero de forma más o menos constante y sin tener que esperar años a que crezcan los árboles; al principio todo iba muy bien, llegué a tener casi 30 plantas de physalis:
Sembré las primeras en enero, y a comienzos de agosto ya estaba recolectando los primeros frutos, riquísimos por cierto, pero al cabo de unas semanas comencé a notar que los frutos desaparecían misteriosamente, incluso estando verdes y pequeños todavía, pensé si sería algún insecto, e incluso sospeché de los saltamontes y los pájaros que son ambos muy abundantes por aquí, hasta que un día me vino a la cabeza aquello del "piensa mal y acertarás", y a la mañana siguiente todo quedó claro, demasiado claro:
La verdad es que me da mucha pena cuando caen en las trampas, ellas no tienen la culpa de la escasez, nadie les enseñó en la escuela lo que pasa cuando la población crece más rápido que los recursos necesarios para su sustento, a lo mejor hasta pensaron que me tomé la molestia de sembrar esas plantas para que ellas tuvieran fruta fresca durante el invierno, tal vez en sus cabecitas de ratón piensan que estoy aquí para ayudarlas y protegerlas, quien sabe, en el fondo parecen tímidas e inocentes y me miran con una mezcla de admiración y temor.
Como quiera que sea, el meollo del problema es que son muchas y no hay para todas, de tal manera que se lanzan a la desesperada en todas direcciones en una auténtica "carrera de ratas", sin importarlas absolutamente nada, pisándose unas a otras y llegando a comerse los frutos totalmente verdes, sin dejarlos siquiera crecer y madurar, hasta los tomates se los comieron verdes!
Y si sólo fuera la comida! pero es que también intentan entrar en casa asaltándola por el tejado, como si fueran un comando de "operaciones especiales" de Ratikistán con aval de los Ratunos Unidos:
Saben hacer guerra psicológica arañando sin parar el aislamiento térmico que hay bajo las tejas (las virutas azules de la anterior foto) y royendo las maderas que forran el tejado por dentro, consiguen incluso verter virutas y caquitas para dentro de casa por las rendijas que hay entre las maderas! casi puedo oír sus mantras pidiendo comprensión y solidaridad ante la escasez generalizada, para que les de lo poco que tengo poniéndoles buena cara.
Llevo casi dos meses en guerra con ellas, ya han caído unas 40 ratas y 15 ratones, creo que deben de quedar muy pocas, el problema es que esas pocas son las más inteligentes y no se detienen ante nada, han aprendido a anular las trampas adhesivas vertiendo polvo y virutas encima, y si aún así quedan atrapadas se comen la propia trampa alrededor de ellas hasta quedar libres, tengo miedo que hasta les engorde:
Y también intentan entrar por los cimientos de la casa, han llegado incluso a excavar un túnel que da nada menos que al interior del horno de leña, que por supuesto lo tengo que tener cerrado a cal y canto, y aún así hay noches que no paran de arañar la puerta insistentemente, casi parecería que hacen turnos para ello:
Suben hasta por los canalones, donde también suelen caer en las trampas, pero hay tantas y tan desesperadas por la escasez que son incapaces de pararse a pensar de forma sensata, es cómo que sólo saben avanzar hacia adelante en plan neurótico, aunque sea directas al desastre:
Si se parasen a pensar un poco verían que yo ya hacía tiempo que había previsto esta situación, y tuve tiempo de sobra para prepararme, revisando hasta el último rincón de mi casa y comprando todo tipo de trampas y venenos, de tal forma que mi única intención ahora es simplemente exterminarlas, porque no me producen ningún beneficio y se comen lo poco aprovechable que queda en mi quintal.
Es una guerra perdida de antemano para ellas, lo mejor que podrían hacer es marcharse al campo e intentar sobrevivir comiendo lo que encuentren en la naturaleza... pero pocas lo hacen, su apego por la civilización humana y el vivir a costa del esfuerzo y sufrimiento ajenos las puede más.
A esté ratoncito que quedó atrapado sólo por la punta del rabo me dio pena matarle y le acabé liberando en una zona remota y deshabitada de la isla, llena de cuevecitas de su tamaño, ojalá se de cuenta que le conviene más buscarse la vida ahí que no seguir suplicando migajas a sus verdugos:
Y las hay que casi dan miedo, esta es la más grande que he matado, pesaría cerca de medio kilo y tenía cara de amargada:
Debía ser su líder, porque durante unos días después de morir el resto de ratas y ratones estuvieron muy silenciosos, pensarían que era intocable, y de hecho pienso que consiguió zafarse de varias trampas grandes porque estas aparecían dadas la vuelta, pero en está quedó colgando por el borde de un bancal, de tal manera que murió ahorcada por su propio peso, así son estas cosas, los débiles caen antes y los fuertes les siguen a continuación, para mi en el fondo no hay grandes diferencias entre ellos, si llega el caso me caen mejor los ratoncitos pequeños y humildes que las ratas gordas y prepotentes.
Pero como dice el dicho "los problemas nunca vienen solos", y cuando ya empecé a tener controlados a los roedores, entonces se inició una plaga de bichitos amigos de los physalis, aunque estos al menos esperan a que los frutos estén algo maduros, con lo cual consigo apañar algunos intactos para mí.
Con estos ya no sé que hacer, ni siquiera sé que aspecto tienen... hace sólo unos días que apareció el problema, de momento me esfuerzo por quitar los frutos atacados y recolectar los salvables para mí.
Y al limonero le han aparecido una especie de sanguijuelas chupópteras, es curioso como la naturaleza está llena de animalitos que viven y medran a costa del sufrimiento ajeno sin aportar nada positivo a su entorno:
Lo bueno es que como el árbol es pequeño puedo quitarlas una a una, al despegarlas tienen como una mucosa sanguinolenta con un olor extraño... y además he notado que si las dejo en una zona discreta en seguida son comidas por otros animales, me imagino que las propias ratas y/o los pájaros, pero claro, hay que darles el trabajo hecho, no se molestan en subir al árbol para comérselas, para eso "lo mío no es nuestro".
Y ahora de cara al invierno mis cultivos estrella son los puerros, berzas y espinacas autóctonas de Santa María, tienen la gran ventaja de que crecen sin casi hacer nada y lo resisten casi todo, en especial las espinacas y los puerros; las berzas aguantan muy bien los temporales invernales y la humedad, sólo hay que tener cuidado con las mariposas:
Estas se dedican a poner sus huevos en las hojas, y como no los quites a tiempo (unos pocos días) en cuestión de nada salen los gusanos y se comen la planta entera, comen y crecen a una velocidad de vértigo, también compitiendo por la comida, de tal forma que cuando ya no queda más planta que comer, los que consiguieron comer suficiente se convierten en mariposas y se van volando, y los que no mueren como gusanos...
Otro cultivo que tengo son los frutos de estas palmeras, vienen a ser como una especie de mantequilla insípida, pero en cuanto maduran tengo que quitarlos porque atraen también a las ratas, no sé que haré con ellos, me imagino que los incorporaré al desayuno de alguna manera:
Y para acabar con una nota positiva y esperanzadora, aquí dejo una foto de una planta de romero que sembré a principios de año, no la ataca ningún bicho ni roedor, está siempre verde, soporta sin problemas la sequía y la humedad, y crece sin prisa pero sin pausa, con fe y esperanza en un futuro mejor, y además de ser bonita huele bien:
No es que sea un alimento muy nutritivo, pero la uso como condimento, ambientador, para elaborar remedios naturales y también como infusión, hay que aprovechar todos los recursos a nuestro alcance ;-)