Aunque pueda parecer poco romántico, una de las primeras cosas que hice después de vender a Xebec fue empezar a sacarme el carné de conducir, la verdad es que nunca me había preocupado por ello, y realmente sigo sin darle demasiada importancia, pero aprovechando que aquí en la isla de Santa María es fácil y barato, me puse manos a la obra con ello.
El mayor problema es que la autoescuela queda a hora y media en autobús de mi casa, y sólo hay uno para ir a las 7 de la mañana, y para volver tengo que esperar casi 3 horas en un sitio donde no hay realmente mucho que hacer...
Así fue que terminé por aficionarme a volver a pie a casa al salir de la autoescuela, es un paseín de 2 horas largas, algo cansado porque se sube y se baja bastante, pero muy bonito con buen tiempo, en este mapa puede verse el recorrido marcado en verde en el Sur de la isla:
Aquí es cuando se sale de la capital de la isla (Vila do Porto) y se entra en el siguiente pueblo, Valverde, este año hemos tenido abundante lluvia y esta todo muy verde:
Básicamente primero hay que bajar hasta el fondo de un valle, y luego volver a subir hasta el mismo nivel en que estábamos, así es como se ve la Villa desde Valverde, después del primer subidón del camino de vuelta a casa, es importante mirar atrás para apreciar la distancia recorrida y no desanimarse:
La parte clave para poder ir a pie hasta Malbusca es un camino casi olvidado llamado "O caminho do Brazil", que se llama así porque pasa por una diminuta aldea que se llama igual que el mayor país de América del Sur, el camino tiene este aspecto:
Básicamente atraviesa en línea recta la planicie central de la isla, acortando considerablemente la distancia entre la capital y Malbusca; los terrenos que atraviesa tradicionalmente se usaban para cultivar cereal, y desde hace unas décadas son pastos para las vaquitas azorianas subsidiadas, probablemente de las más felices de toda Europa:
A parte de las vistas pintorescas y del amable hecho de que todo el camino es plano, lo más divertido es que el camino es mantenido abierto por este simpático caballito, que cada día está amarrado en un sitio diferente comiéndose las malas hierbas:
Es un poco tímido y realmente se le ve triste por tener dos patas atadas para no poder huir, es lo que tiene el no tener subsidio, que hay que hacer algo útil para no acabar en el matadero.
Y este soy yo con el caballito... los selfies no son mi punto fuerte:
Aquí es ya llegando al Mirador de la Macela, que marca el comienzo del descenso a la Praia Formosa, es justo en este punto (a mitad de camino) que suelo hacer una parada para comer un pincho y descansar, es un sitio con buenas vistas donde suele soplar una agradable brisa, y además hay unas piedras con forma de banco para sentarse:
La verdad es que la mitad del camino hay que hacerlo en base a atajos no señalizados y poco conocidos, esta por ejemplo es la carretera antigua de la playa, hay que bajar unos metros y luego pasar por debajo y por encima de varios alambres de espino hasta ir a dar con el camino que sube a Malbusca:
Por entre medias hay más caballos, estos también se encargan de mantener el prado limpio para que podamos pasar la gente de Malbusca:
Y aquí es ya desde la Sierra de Malbusca con la Praia Formosa atrás, yo suelo hacer este camino a menudo en verano para ir a la playa, realmente es muy agradable; en realidad se puede decir que mi casa está "en primera línea de costa", pero a 250 metros sobre el nivel del mar:
En esta otra foto puede apreciarse la capital de la isla al fondo del todo, da ánimos verla tan lejos y pensar que ya casi estamos en casita, 3 horas antes que si hubiéramos esperado por el autobús:
Otra foto de la Sierra de Malbusca, la casa con las dos chimeneas que se ve al fondo marca el comienzo de la Freguesía de Santo Espírito, popularmente conocida (la casa) como "el crematorio", por las chimeneas, estuvo a la venta mucho tiempo por 1.300.000€ y aparentemente fue vendida o retirada del mercado recientemente:
Y por fin la última subida, ya saliendo del "Caminho da Ribeira dos Lagos" que va a dar casi en frente de mi casa:
Los adoquines es fácil que sean de la época de Cristóbal Colón, hasta no hace tanto tiempo (40 ó 50 años) las casas en Malbusca no tenían agua corriente y la gente subía y bajaba por este camino muchas veces al cabo del día, para ir a por agua, para ir a lavar la ropa, para ir y volver de la Villa... eran otros tiempos, ahora lo usan principalmente los turistas que dan la vuelta a píe a la isla, y las vaquitas para cambiar de prado.
Pues este es mi camino de vuelta de la autoescuela, para ser sincero, cuanto más lo recorro más ganas me dan de comprar un caballo en vez de un coche ^_^