Escrito el 16/Julio/2021 por Nacho
Por aquí el verano comenzó sin grandes novedades, me hubiera gustado aprovechar para hacer algún viaje, pero con toda la situación que hay preferí no arriesgarme... la verdad es que tengo bastantes ganas de cambiar de aires, si no fuese por toda esta historia del virus seguramente ya me habría ido a otro sitio hace tiempo, pero de momento lo más sensato es quedarse aquí, sabe Dios hasta cuando!
Así es que entre atender consultas, la huerta y 4 cosas cotidianas el tiempo va pasando, a veces resulta un poco aburrido, pero según anda el mundo no puedo quejarme, cuanta gente quisiera que su mayor problema fuese el aburrimiento...
Mientras escribo estas líneas, en el otro extremo de la isla está teniendo lugar el XVII Festival de Blues de Santa María, uno de los 3 festivales internacionales de música que se celebraban aquí antes del Covid, y el primero que vuelve a tener lugar presencialmente desde que comenzó la pandemia:
El tema no está exento de polémica, porque llevamos un año y medio en que todas y cada una de las celebraciones locales, en las que no participa gente de fuera, han sido prohibidas debido a la historia del virus, algo que algunos consideran injustificado teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo no hubo ni un solo caso del virus en la isla, y cuando los hubo nunca fueron más de 2 al mismo tiempo y perfectamente controlados (sólo somos 4.000 y pico personas).
Y el caso es que ahora de repente autorizan ese festival en el que se van a juntar un montón de gente de fuera con gente de aquí, con lo cual hay quien lo ve con desconfianza, en el sentido de que podría causar un brote de Covid y/o introducir las nuevas variantes en la isla... el tiempo lo dirá, yo quiero pensar que de una forma u otra todo saldrá bien.
Por mi parte, estuve mirando las condiciones para asistir al festival, son estas cuatro:
- Hacerse un test de Covid antes de ir.
- Mostrar el DNI y tomarse la temperatura a la entrada.
- Estar siempre con la cara tapada.
- Y guardar una distancia mínima de 2 metros al resto de personas.
Sinceramente, para ir en ese plan prefiero no ir, realmente no lo disfrutaría, y eso que es barato: 40€ los 3 días, menores de 14 gratis; ojalá que para el próximo año la situación haya mejorado y se pueda celebrar con normalidad.
Mientras tanto prefiero centrarme en cosas más pragmáticas, como conseguir tener comida abundante y variada durante el invierno, ya sea poniendo plantas nuevas que crezcan para entonces, o produciendo cosas que se puedan conservar como las calabazas Hokaido, que normalmente aguantan casi hasta el siguiente verano; son uno de los pocos cultivos que siguen dándose bien a pesar de lo trastocada que anda la atmósfera, además tienen un tamaño muy apañado para alguien como yo que vive solo.
Esta ya casi está para recolectar:
Y hace unos días planté esta otra planta de la misma variedad, aunque no sé si será ya demasiado tarde para que de fruto:
Es que de las que planté en Mayo sólo sobrevivió una, y a este paso voy a tener menos calabazas que el verano pasado, que tuve alrededor de 40 kilos y me duraron hasta abril.
Y como este invierno pasado comí berzas y espinacas casi todos los días, decidí plantar rúcula con la idea de diversificar el menú, aunque también sea verde tiene un sabor muy diferente, con un toque amargo que da mucho juego en la cocina, es también un vegetal muy rústico y de momento se está dando muy bien, tengo la impresión de que al ser amarga los bichos la atacan mucho menos:
Otra novedad de este verano es que, gracias a la dueña de la casa, ahora tengo un depósito para guardar agua de lluvia, recoge una cuarta parte de la superficie del tejado, es poco pero aún así se llena fácilmente a poco que llueva unos minutos:
Aquí en Azores es habitual que la gente recoja agua de lluvia con el tejado y la guarde para consumo, tengo unos vecinos que tienen para ello un deposito subterráneo de 22.000 litros, lo consiguen llenar y rara vez se les agota, incluso tienen un sistema de filtros para depurar el agua y la pueden beber directamente del grifo.
La verdad es que a mi me da algo de reparo por que no tengo del todo claro que el agua de lluvia no pueda traer porquerías no identificadas con sabe Dios que efectos en la salud, a veces después de llover queda un residuo extraño en los cristales, y otras veces llueve y parece que hace mal a según que plantas... yo que sé, es todo tan raro.
Por ejemplo los maracuyás se estropearon este año por ese motivo, iban muy bien, con muchas flores y frutos pequeñitos, agua y abono pienso que no les faltó, tampoco tuvieron ninguna plaga... y el caso es que vinieron unas lluvias raras un par de días y empezaron a perder las hojas y los frutos se fueron estropeando sin llegar a madurar:
Una pena, el año pasado comí maracuyás a diario durante casi 3 meses, y este año ni uno.
Otra fruta que echo en falta es la meloa de Santa María, otros años comenzaba a llegar a las tiendas en junio, y este año todavía no vi ni una, aunque desconozco si será por algún problema que hayan tenido, o porque ahora las exporten todas fuera de la isla.
La verdad es que ya hace bastantes meses que no paro de escuchar rumores persistentes sobre problemas con la producción de alimentos a nivel global, sinceramente estoy preocupado con ello, mucho me temo que como dice el dicho: "cuando el río suena, agua lleva".
De hecho hoy recibí el que será el último envío de comida de Rapunzel, una multinacional alemana de alimentación ecológica, que hasta ahora producía por todo el mundo y vendía a todo el mundo, pero desde el 1 de julio de 2021 ya sólo envían comida a Alemania y Austria; mandaron este correo electrónico unos días antes diciendo que esto se debía a una cuestión burocrática por no sé que nueva ley que han hecho en Bruselas, pero a mí me sonó a escasez mal disimulada, de hecho llevaban ya bastantes meses subiendo los precios y perdiendo calidad.
Yo ahí compraba todo lo que son frutos secos para el tahini del desayuno, y también legumbres, latas de conservas, cacao... la verdad es que durante años tuvieron buena calidad a buenos precios, de hecho hasta mayo de este año los gastos de envío eran gratis de Alemania a Azores, a menudo por avión, incluso aunque pidieras 40 kilos de comida; de hecho más de un comercio local veía eso como competencia desleal.
Como era el último pedido tuvieron el detalle de incluir una barrita de sésamo y 1 kilo de orejones de regalo, pero aún así para mi toda la situación tuvo un halo de señal inquietante y misteriosa, como si fuese un presagio de que va siendo hora de emigrar, sólo faltó que incluyesen una nota diciendo "a partir de ahora si quieres dátiles vete a Marruecos a buscarlos".
Lo irónico de la situación es que la isla donde vivo fue autosuficiente en comida durante siglos, llegando a soportar una población el doble de la actual e incluso exportando alimentos fuera (y todo ecológico); aquí el suelo es muy fértil y el clima muy benigno, se puede cultivar casi de todo, hay incluso un productor ecológico (suizo) de mangos, papayas y aguacates (para exportación).
El tema es que en las últimas décadas se ha fomentado la cría de ganado vacuno (para exportación) a golpe de subsidio, convirtiendo esa en la actividad agropecuaria más rentable de la isla, de tal forma que si quieres frutas y verduras de calidad lo mejor es que intentes producirlas tú, de hecho es lo que hace la mayoría de la gente, es raro ver una casa con terreno y sin huerta.
Por mi parte sigo apostando por los cultivos autóctonos que hasta la fecha aguantan todo, como las espinacas, que sin sembrarlas salen por todos lados, esta mata ya está un poco vieja, pero tengo media docena más saliendo por otros sitios:
También anduve guardando semillas de berza autóctona de Santa María que está especialmente adaptada al aire marino y los temporales, sólo hay que tener cuidado con las mariposas:
Y estas semanas planté rabanitos en distintas tandas, si todo va bien de aquí a dos meses espero estar comiendo los primeros:
Las zanahorias supongo que tardarán algo más, la verdad es que nunca se me han dado muy bien, cuando no se las comieron los ratones las quemó el Sol... a ver si en esta ocasión hay más suerte, de momento están muy pequeñitas:
Afortunadamente este año hay muchos menos roedores que el año anterior, imagino que anduvieron poniendo veneno por todos lados, lo cierto es que a menudo se encuentran muertos por el campo, esta por ejemplo es una cría de rata "negra" (gracias a la plaga del año pasado ya las sé identificar):
Confieso que me dan pena, son animales muy simpáticos e inteligentes, pero te pueden hacer un destrozo en la huerta que ni te imaginas, se comen las zanahorias cuando son diminutas y los frutos estando todavía verdes, de hecho este año andan más desesperadas que el anterior, cuando cae alguna en una trampa si me descuido las otras se la comen! eso el año pasado no lo hacían.
Y ahora tenemos también muchos conejos salvajes, de momento parece que tienen alimento en abundancia, son también muy bonitos mientras no les de por comerse tu comida, yo de momento no tuve ningún conflicto con ellos, les veo a menudo saltando por entre las vacas alrededor de casa, supongo que comerán la hierba de los prados, a las vacas parece no importarles ;-)
Una sorpresa positiva de las últimas semanas fue esta planta de Equinácea Purpúrea que había sembrado el verano pasado y murió sin pena ni gloria en poco tiempo, pero este año rebrotó de sus raíces inesperadamente y está dando una flores grandes y muy bonitas:
Hasta ahora sólo las conocía por fotos, pero es una flor realmente especial, en vez de salir de un capullo va creciendo poco a poco (abajo a la derecha hay una todavía verde), y luego dura mucho más tiempo que las flores normales, tiene también un olor muy característico y atrae a muchos insectos, huele como a miel y es incluso pegajosa al tacto.
En cuanto a las manchas en el mar de las que hablaba el mes pasado, no recibí contestación de la Marina Portuguesa, pero he podido ver que están relacionadas con la condensación nocturna, básicamente cuando hay esa bruma extraña y la temperatura baja de repente por la noche, entonces aparecen las manchas en el Mar a la mañana siguiente, es como si al condensarse la humedad de la atmósfera esta tuviese algo disuelto en ella que le impidiese diluirse en el agua del Mar.
Esta foto es de ayer (15 de julio), a lo largo del día las manchas van rompiéndose en jirones:
Realmente me gustaría pensar que esos rumores de que andan echando mierda en la atmósfera con oscuras intenciones son pura fantasía... sería bueno que así fuese, pero según van pasando los meses los hechos cada vez parecer confirmar dichos rumores con mayor claridad; desde luego como sea verdad la mitad de lo que dicen nos va a hacer falta mucha Ayuda Divina para salir bien parados.
Pero como poco podemos hacer al respecto, será mejor volver a la agricultura... estas semanas también hice plantas nuevas de physalis, la verdad es que llevo un par de meses que casi cada día recolecto un puñado de ellos, pero me pareció buena idea ir renovando las plantas que ya tengo:
Esta otra planta de physalis tiene ya año y medio largo, después de dar frutos parece secarse pero luego echa nuevos brotes aprovechando las raíces antiguas; germinó de unas semillas que traje de Asturias cuando estuve ahí en las navidades de 2019, de alguna manera me gusta pensar que es una planta de antes de la Era del Covid:
En otro orden de cosas más técnico, también anduve cambiando discos duros estas semanas, hace ya años que fallan más que una escopeta de feria, es un problema muy serio e incluso pensé en escribir un artículo sobre ello, pero tengo miedo que me quedase demasiado "negativo"; no me gusta ser mensajero de problemas, pero mucho me temo que la mayor parte de nuestros datos están en soportes bastante más frágiles y menos fiables de lo que imaginamos:
El problema de fondo es que han bajado los niveles de calidad de manera dramática, ahora es normal que un disco duro comience a tener sectores ilegibles antes de las 10.000 horas de uso, a menudo con menos de 5.000, cuando antes podían durar decenas de miles de horas sin dar problemas, de hecho todos los discos que me han fallado eran posteriores a 2015, en general los que son más antiguos parecen más fiables.
Y con las tarjetas de memoria es todavía peor, ¡se estropean incluso sin usarlas!, mientras que las antiguas de hace más de 10 años funcionan como el primer día, eso por no hablar de las falsificaciones que están por todos lados... en resumen, que vamos a tener que volver al papel.
Pero de momento, volvamos a la agricultura: este año no hay tomates, la mayoría de las plantas murieron antes de dar flor, y las pocas que han sobrevivido tienen tomatitos pequeños como este (y pocos), mientras que otros años por estas fechas ya tenía tomates grandes y maduros en abundancia:
Así es que este año para celebrar el final de la cosecha de fabas y alubias me hice este plato combinándolas con tomate ¡de lata! por primera vez, al menos el huevo y el queso eran caseros y bastante buenos:
Y ya para acabar una nota artística: me decidí a encuadernar el Libro Rojo de Jung, el primer libro que hago en formato A4, y para la portada elegí a Yohko la Cazadora de Demonios:
Obviamente la elección no es casual ni caprichosa, lo que ocurre es que gran parte del Libro Rojo gira en torno al Alma de Jung, que se le aparecía en visiones y sueños con la apariencia de una chica joven con tendencia a llevarle la contraria y ponerle en apuros, pero que en el fondo intentaba guiarle; en otras palabras, era su yo subconsciente intentando guiar a su yo consciente, y por el camino se encontraban con una serie de "demonios del subconsciente" con los que tenían que enfrentarse espada en mano (figurativamente), entre eso y que Yohko se viste de rojo para matar a los demonios, tenía todo el sentido del mundo ponerla en la portada ^_^
En fin, pues este fue el resumen gráfico de mi vida durante las últimas semanas, como se puede ver no hice nada especial, pero tampoco perdí el tiempo.