Finalmente después de no sé ya cuantos meses, por fin terminé de arreglar el motor y lo volví a poner en su sitio, fue una suerte que la isla de las Flores resultase ser un sitio tan bueno y que no tenga prisa por marchar de él ^_^
Aquí se puede ver ya el motor volando rumbo a su domicilio habitual debajo del tambucho:
Durante las últimas semanas le di los últimos toques, incluso tuve tiempo de pintarlo por fuera, ahora hasta brilla y todo!
Una de las cosas que hice fue montar la reductora con rodamientos y retenes nuevos, ahora ya no pierde una gota de aceite, no como antes que en cuestión de 10 horas de motor quedaba casi vacía...
En esta foto puede verse la reductora ya casi terminada, sólo le falta calibrar el rodamiento que se ve en la foto, lleva una especie de chapinas finas para regular la precarga que tiene por defecto, creo que lo hice bien, pero bueno, el tiempo lo dirá:
No fue fácil encontrar todas las piezas y productos necesarios, por ejemplo la silicona blanca que se ve en la anterior foto tiene que ser una especial que soporta altas temperaturas y productos químicos como el aceite de la reductora, también hay un rodamiento de la reductora que tiene un coeficiente de dilatación muy particular y no es nada fácil (ni barato) de encontrar, pero bueno, con el tiempo todo llega.
Otra parte importante (y cara) de la reparación ha sido el intercambiador de calor y el codo del escape:
A ver que tal resultado dan, los anteriores duraron 16 años, así que estos espero que duren por lo menos eso... ahora hay que ir pensando en hacer algún viaje para amortizar la inversión y el trabajo ^_^
Otro detalle importante fue el apretar bien la tuerca que cierra el eje de salida de la reductora, es una tuerca muy fina y que va metida en una especie de cono que hace que no se pueda acceder a ella fácilmente, así que tuve que diseñar este invento para conseguir apretarla (y aflojarla) sin cargarme la tuerca y/o la llave:
No es nada del otro mundo, unos tornillos, una chapina, unas arandelas... en un barco hay que saber inventar sobre la marcha:
Una de las muchas cosas buenas de los sitios pequeños como la isla de las Flores es que cuando necesitas alguna herramienta como esa llave del 32 (que yo no la llevo en el barco), sólo necesitas pedírsela a alguien y en seguida te la dejan, esa que sale en la foto me la prestó en ambas ocasiones mi vecino, así da gusto, no como en las grandes ciudades, donde necesitas un tornillo de 0.05€ y en seguida hay alguien intentando vendértelo por 0.50€.
Y aquí se puede ver ya el motor con su reductora listo para iniciar el vuelo:
Fue bastante fácil el moverlo, el motor no pesa mucho, unos 80 kilos, y con unas poleas y unos cabos atravesadas a una barra de acero perpendicular a la abertura del tambucho, en 5 minutos tenía el motor en su sitio, con algún arañazo que otro en los muebles de la cocina y las paredes del habitáculo del motor... pero como Xebec ya tiene muchas cicatrices, unas pocas más no importan, yo sobre todo tenía miedo de que me callese el motor en un pie.
En esta otra foto puede verse como quedó el habitáculo de motor ya con el tanque de gasoil instalado y el eje de la hélice preparado para alinear el motor:
Ahora me falta conectar todas las mangueras, los cables eléctricos, alinear el motor con el eje... y probar a ver si funciona! espero no tener que volverlo a sacar de su sitio por lo menos hasta el 2030!!