Uno de los inconvenientes de vivir en un barco es que antes o después te acabas levantando por la mañana, entras a leer las noticias en la BBC, y te encuentras con que aparece tu puerto en la portada del día porque se espera que en las próximas horas sea sacudido por vientos de 150 km/h y olas de hasta 18 metros por un misterioso huracán que se ha formado en un momento y un lugar inesperados.
Esta era la previsión para el viernes 15 de enero de 2016:
Como se puede ver la trayectoria del huracán pasaba prácticamente por en medio de Azores, siendo la previsión para Faial de viento fuerte y olas enormes del cuadrante Este, dirección hacía la cual el puerto de Horta está relativamente expuesto.
El caso es que al final, gracias a Dios o a lo que sea, no pasó nada, el día anterior el puerto parecía un hormiguero de personas poniendo amarras y defensas extras en sus barcos, yo mismo me pasé la mitad del día primero buscando unos neumáticos viejos para poner en las amarras, y luego revisando las defensas, amarras y quitando todo lo que pudiera arrasar el viento (capotas, lonas...).
Aquí se ve como quedaron los neumáticos vistos por proa, hay tres, dos de motocicleta en proa y uno de coche que va hacia el costado de babor:
Y en la popa puse este otro, la verdad es que hacen una diferencia abismal cuando las cosas se ponen feas dentro del puerto:
En general el preparar el barco para pasar mal tiempo en puerto es un coñazo... hay que mirar un montón de detalles, por ejemplo todas esas mangueras que se ven (y las que no se ven) en las fotos son muy importantes para que los cabos no se rompan por el rozamiento entre si o contra el barco, con mal tiempo cualquier pequeña arista o rozamiento entre cabos puede romper un cabo en cuestión de minutos.
Y desde luego para poner en las amarras no hay nada mejor que los neumáticos, son feos y cutres, pero muy efectivos y normalmente gratis, esos otros amortiguadores que venden en las tiendas de náutica, yo los compré al principio (en 2008), y me parecieron un timo, normalmente se rompen en cuestión de unos meses y pienso que su precio no está justificado.
Pero volviendo al huracán Alex, lo que está claro es que en los tiempos que corren hay que estar preparado para lo imprevisible, ya sea dentro o fuera de puerto, de hecho a más de uno este huracán le pillaría cruzando el Atlántico desde Canarias, en un mes supuestamente ideal para ello, donde lo último que se te pasa por la cabeza al zarpar es encontrarte con algo así.
Así es como pintaba el panorama para un supuesto barco que hubiera salido de Canarias confiando en los alisios de Enero, la ruta que va de Canarias al Caribe más o menos pasa por donde pone "STORM", y en resumen, entre los días 11 y 14 de enero de 2016 se habrían encontrado con viento contrario muy fuerte y olas muy grandes, vamos, la cuenta para tener un problema y/o acabar en Mauritania:
Despues, por otro lado fue un alivio que no pasase nada aquí en Faial, y en general en todo Azores que yo sepa, pero a más de uno nos quedó una sensación extraña, durante las horas cuando pasó vimos bajar el barómetro a buen ritmo hasta 989 milibares, y después subir otra vez como era previsible, pero el viento no aumentó ni disminuyó, fue raro, como si la aguja del barómetro se moviese sin relación alguna con el tiempo experimentado.
La inquietud viene de que si cuando se prevén vientos de 150 km/h y olas de 18 metros no pasa nada, quizás un día no se prevea nada especial y pase algo... de hecho yo ya voy observando últimamente que la intensidad real del viento a menudo no se corresponde mucho con lo esperado, y sobre todo que aumenta bruscamente casi de forma instantánea para volver a disminuir de la misma manera, cuando hasta no hace tanto lo normal era que los cambios fuesen graduales, a lo largo de horas.
Son los tiempos que vivimos, que cada vez está todo más desquiciado, no se libra de ello ni la atmósfera.