Ya iban casi 3 meses sin hacer una actualización consistente de la web, así que me sentí obligado a escribir unas pocas líneas para comentar como va todo por aquí, en realidad todo va bien, lo que pasa que he andado tan liado que no he tenido un momento para la web.
En resumen, a finales de noviembre de 2017 decidí sacar a Xebec del agua para limpiar y pintar el casco, llevaba sin hacerlo desde que lo eché al agua en Flores en mayo de 2015, coincidió que casualmente encontré una voluntaria que me ayudó con los trabajos, y además la meteorología fue propicia, así que no me lo pensé dos veces; aquí se me puede ver camino del varadero:
Además el travelift iba a estar fuera de servicio a partir de diciembre por mantenimiento, en teoría por 3 meses, pero sabiendo como son estas cosas no me extrañaría que se alargase algo más... con lo cual teniendo en cuenta que es el único travelift de la isla con el que puedo varar a Xebec (los otros son demasiado grandes), realmente era de sentido común aprovechar la oportunidad:
Después por otro lado llegué a la conclusión de que aquí en Ponta Delgada estoy perdiendo el tiempo y no tengo muchas perspectivas de nada, ni a nivel humano ni a nivel profesional, y para colmo al mismo tiempo se me hicieron un par de goteras en casa por un problema en el tejado del edificio:
Y alguien dirá "que tontería, se arregla el tejado, luego se pinta y ya está"... sí ya, pero aquí en Ponta Delgada las cosas no funcionan así, resulta que el precio de los alquileres está por las nubes, casi como en Madrid, de tal forma que el apartamento que tenía (en realidad todavía tengo, hasta finales de mes) era relativamente barato porque se trata de un edificio embargado que en la práctica está abandonado porque los dueños no tienen recursos para mantenerlo.
Yo al principio me lo tomé con buen ánimo y me autoproclamé presidente de la comunidad en base a que pagué de mi bolsillo pequeñas reparaciones como poner luz en la escalera, arreglar el portero automático o poner un bonito Totoro con el número del portal en la entrada, pero claro, arreglar el tejado de un edificio de más de 30 años es harina de otro costal, así que decidí dimitir de mi cargo de presidente del condominio y volver por donde había venido.
Por eso y porque en el fondo se me hace cuesta arriba pagar más de 500€/mes entre renta y recibos, cuando aquí de puerto estoy pagando 60€/mes con agua, electricidad e internet... al final, lo que no son pesetas son puñetas.
También uno de los momentos clave en mi estancia en tierra firme fue cuando se me ocurrió la idea de buscar a alguien para compartir piso, la primera persona que apareció acababa de salir de la cárcel el día antes (la cárcel de Azores está en el centro de Ponta Delgada, justo en frente del único hotel de 5 estrellas del archipiélago), las siguientes tenían todas la misma ocupación, cobrar el rendimiento (de inserción social), y de las que tenían un trabajo normal la mayoría opinaron que el apartamento era demasiado cutre para su status social... también el hecho de no fumar y no tener televisión fue un inconveniente en más de una ocasión.
Al final, después de unos 50 candidatos/as fallidos/as apareció una erasmus de Cádiz que alquiló la habitación, parecía casi caida del Cielo, pero claro, sólo para 2 meses y medio que era el tiempo que le duraba la beca, y realmente no merece la pena estar mes y medio buscando con quien compartir piso para que luego sólo esté un par de meses, antes de la erasmus tuve un alemán, pero ese también sólo estuvo mes y medio.
Vamos, en definitiva, que la idea de compartir piso para andar más holgado a nivel económico la terminé de descartar.
Y bueno, basicamente tengo ya el apartamento casi liquidado, en dos horas vienen a llevarse la mesa desde la que estoy escribiendo estas líneas, y ayer mismo estuve en la Feria de las Traquitanas, un mercado de calle para los vecinos de la isla, y vendí hasta la última cuchara, llegué con un taxi grande casi lleno, y al de una hora ya no me quedaban más que los restos, está foto es ya del final de la feria:
Realmente la Feria de las Traquitanas de Ponta Delgada es una de las historias más simpáticas que hay en esta isla, yo nunca me perdía una (como comprador), y ahí conseguí comprar innumerables chollos, tanto a nivel de electrónica como de ropa o decoración del hogar... por no hablar de todos los libros que hubiera comprado y que casi siempre me tuve que resistir a hacerlo (por falta de espacio).
Además es un sitio muy bueno para socializar y conocer gente del lugar, ya que casi todos los vendedores son personas de a pie, no hay practicamente ningún vendedor profesional, y además es el sitio por autonomasia donde van todas las personas que acaban de llegar a la isla (a comprar cosas) y las que se están marchando (a vender), de tal forma que muchas veces se compran cosas muy buenas a muy buen precio, por la sencilla razón de que al tratarse de una isla no compensa pagar el transporte hasta el nuevo lugar de residencia, y para abandonar lo que se tiene vale más venderlo barato.
Y la verdad es que en esta ocasión tuve mucha suerte, me tocarón dos puestos justo a la entrada, que según los vendedores veteranos "dão muita sorte", y así fue, conseguí vender practicamente todo, hasta las láminas de ukiyo-e y anime que tenía por las paredes:
Así que la siguiente actualización me imagino que la haré ya desde el barco si Dios quiere, voy a echar de menos mi mesa, mi silla y mi monitor... pero bueno, así es la vida, todo no se puede, al menos no al mismo tiempo.
Yo por las ganas escribiría mucho más en la página, pero es que realmente mis circunstancias hoy por hoy no me lo permiten, vamos a ver a lo largo de este año como van las cosas, me imagino que en cuanto termine de liquidar el apartamento pondré rumbo Sur, porque realmente otro invierno más en Azores se me hace muy cuesta arriba, en especial después de haber llegado a la conclusión de que no tengo mucho más que sacar de aquí de lo que ya encontré durante estos años.
La historia del barco en cambio tiene lo bueno de que siempre puedes pensar que el siguiente sitio será mejor, o al menos diferente, y con esa esperanza te puede pasar la vida de puerto en puerto, y de problema en problema, desde luego no es una situación ideal, pero hay situaciones mucho peores, al menos desde mi punto de vista.