Es curioso que tanto chinos como romanos dieran una gran importancia a Júpiter hace ya miles de años, cuando en aquella época no se conocían la mayoría de sus características físicas, y no dejaba de ser uno de tantos puntitos luminosos que se movían por el Cielo, pero a pesar de ello en la Astrología China se usaba como la estrella que indica las influencias de cada año, y para los romanos era el dios más poderoso de su panteón.
Lo cierto es que sus características físicas son impresionantes comparadas con el resto de planetas del Sistema Solar:
- Júpiter es el planeta más masivo, 318 veces más que la Tierra.
- Su diámetro es 11 veces mayor que el de la Tierra, lo que implica que su volumen equivale a 1310 Tierras.
- Por tanto su densidad es baja: 1.33 la del agua.
- Su luz puede incluso generar sombras tenues sobre la Tierra (en condiciones ideales).
- Esta formado por los mismos materiales que el Sol: Hidrógeno y Helio.
- Tarda casi 12 años (11.9) en dar una vuelta completa al Sol.
Y lo más importante de todo es que su campo magnético es así de grande y potente:
Obviamente es invisible al ojo humano, pero si lo pudiéramos ver en el cielo tendría un tamaño comparable a la Luna o el Sol.
Entonces, en lo que se refiere a la Astrología China, el tema es que debido a las características físicas de Júpiter, tiene sentido que su influencia sea mayor que la de los otros planetas, aunque sólo sea por su fuerza gravitatoria y su campo magnético, muy superior al de otros planetas como Marte.
Eso unido al hecho de que tarde 12 años en dar una vuelta al Sol y que cada año esté asociado a 12 signos chinos, lleva a la teoría de que es la posición de Júpiter en el cielo la que define las influencias astrológicas anuales sobre la Tierra.