De todos los problemas estructurales que puede tener un barco de fibra de vidrio probablemente los peores sean los del casco, son los más difíciles de ver, de entender y de reparar... a menudo algo tan inocente como unas pequeñas grietas de este tipo ocultan un casco con hidrólisis que ha perdido una buena parte de su rigidez:
Pero claro, para ver esas grietas primero tuve que sacar el barco del agua, quitarle toda la pintura antialgas (normalmente se pinta encima de la pintura vieja) y repasar el casco de punta a punta con la nariz casi pegada a la superficie... cual no sería mi sorpresa cuando vi que había cientos de grietas de ese tipo por todos lados, algunas de más de medio metro!
En este gráfico se puede apreciar como estaban distribuidas:
Y todavía esto era sólo la punta del iceberg, cuando empecé a quitar el epoxi (la capa blanca que impermeabiliza el casco) vi que las primeras 2 ó 3 capas de fibra de vidrio estaban hidrolizadas, habían ido perdiendo la resina y sólo quedaban las fibras de vidrio y una especie de grumos blancos... lo que ocurre que al ser la capa de epoxi bastante gruesa pues el casco daba apariencia externa de estar bien.
A menudo para ver cual es el estado real de un casco de fibra de vidrio no queda más remedio que romperlo un poco:
Así que con mucha paciencia me dispuse a ir pelando el casco poco a poco para volverlo a enfibrar, había zonas donde era bastante fácil y era casi como pelar una patata, pero en otras había que darle con bastante ganas, y me encontré más de una sorpresa, por ejemplo zonas como esta donde no se había quitado el gelcoat original al hacer el tratamiento antiósmosis allá por 1998:
Luego poco a poco fui enfibrando todo el casco, vamos en total fue un trabajo de meses, no conté las horas, pero sin duda fueron muchos cientos, y de dinero mejor ni hablar, la resina epoxi que usé es bastante cara, pero ya una vez que asumes semejante obra es mejor gastar dinero en materiales buenos y que así quede mejor la reparación, al fin y al cabo el trabajo es el mismo.
Me acordé mucho de lo que decía un pescador amigo mío de Cudillero, Javier se llamaba, que "la fibra de vidrio la da hasta el más tonto, otra cosa es que te quede mejor o peor", efectivamente a la hora de enfibrar un casco es complicado conseguir un acabado profesional, empezando porque a la hora de pelar el casco a no ser que se tenga herramienta muy buena, que no es mi caso, la superficie pelada no queda lisa ni por asomo, y tampoco es cuestión de andar quitando más material de la cuenta porque entonces el casco puede deformarse por su propio peso, a penas tiene un grosor de 8 milímetros en su mayor parte.
Entonces aunque en la foto no se aprecie una vez enfibrado y pintado quedó una superficie bastante irregular que no había duda de que había que nivelarla de alguna forma:
En esta otra foto más de cerca probablemente se aprecie mejor:
Así que una vez más, armado con mucha paciencia y masilla fui igualando todo el casco, es también un trabajo bastante coñazo, pero no tanto como dar la fibra; primero se da la masilla con una espátula y queda como en esta foto:
Así hasta estar todo el casco:
Después se trata simplemente de lijar suavemente y de forma que quede lo más liso y uniforma posible, una vez más con mucho tiempo y paciencia.
Entonces, la conclusión de todo esto es que a nivel de coste de materiales de la reparación, así como gasto de varadero y similares, todavía se puede asumir de alguna manera en según que circunstancias, pero si se incluye el coste de la mano de obra, es decir, el tiempo que le dediqué... entonces salen unas cifras que meten miedo, yo me lo tomé un poco como una especie de terapia o pasatiempo para romper la monotonía de trabajar en una mesa delante del ordenador, y realmente me vino bien, pero confieso que me hubiera gustado tener algo mejor en que invertir el tiempo y el dinero.
Eso si, quedó muy bien, mejor que nuevo, casi hasta da cosa el usarlo, con lo bien que está fuera del agua! XDD