Escrito el 8/5/2024 por Nacho
Siento no haber escrito nada en estos últimos meses, anduve de mudanza una vez más, en esta ocasión de Trelew a Mendoza (1600km), y entre papeleos, viajes, hacer y deshacer paquetes, desmontar/montar muebles, y demás parafernalias logísticas, no me quedaron ni tiempo ni ganas de publicar nada.
y pensar que cuando llegué a Argentina sólo tenía lo que entraba en dos mochilas...
Lo de la falta de ganas también tiene mucho que ver con la censura creciente que sufro desde hace ya 8 años, los petardos de Hotmail siguen bloqueándome una y otra vez, sigo su procedimiento para que me desbloqueen y lo hacen... hasta la siguiente semana... fue un error creer que por borrar las direcciones de Hotmail de mi boletín iban a dejar de bloquearme.
Y del Google y sus resultados de búsqueda mejor ni hablar.
Por otro lado cada vez tengo más ataques contra mis servidores, ayer mismo uno desde IPs misteriosas que no aparecen ni en las DNS ni en las bases de datos geográficas, luego están los mensajes de spammers absurdos que no paran de multiplicarse... a base de cortafuegos y parchecitos aquí y allá la situación se va aguantando, la cuestión es hasta cuando.
Pero lo peor es ver que lo que escribo apenas llega a un puñado de personas que lo puedan entender, y que en su mayoría ya saben y/o comparten lo que digo, mientras que para quien necesitaría encontrar mi web esta es invisible al igual que tantos otros millones de webs valiosas que hace años que son "inencontrables", estamos asediados e incomunicados, esa es la dura realidad, y todo apunta a que cada vez será peor.
Y hablando de asedios, ironías del destino, estos últimos meses me tocó aprender a colocar el alambre con cuchillas tipo concertina, en Mendoza hace años que es ya parte del paisaje urbano, su venta debe de ser uno de los negocios más florecientes de la Argentina de hoy en día junta a las cámaras de vídeo vigilancia.
También estos meses anduve dando barnices, como en los tiempos de Xebec, es increíble cuanto de lo que aprendí viviendo en un barco me sigue siendo útil para defenderme en los tiempos que corren.
La casa que compré es de 1951 y tiene la mayoría de puertas y ventanas de madera de cedro, con lo cual merece la pena el esfuerzo de lijar y barnizar para ponerlas bonitas, este es el portón de la cochera, que estaba que daba pena verlo:
Y esto es lo que sería la cocina comedor, actualmente con mi espacio de trabajo improvisado en medio mientras espero a pintar el resto de la casa:
Si todo va según lo previsto espero terminar la mudanza ahora en mayo y acabar de instalarme en junio, en realidad lo más gordo ya está hecho; sólo espero que no tenga que hacer otra mudanza en unos cuantos años, desde que marché de Azores hace 2 años ya perdí la cuenta de las veces que tuve que irme de un sitio a otro.
La parte buena es que tanto movimiento sirvió para conocer Argentina bastante en profundidad, al menos lo que es Chubut y ahora Mendoza.
En cuanto a la "Era Milei", de momento lo que más se nota es que quienes ya eran pobres ahora lo son mucho más, no hace faltar leer ningún sesudo informe para darse cuenta, basta con ir a cualquier supermercado y ver la cara de angustia y desesperación de la gente al mirar los precios, recorriendo pasillo tras pasillo intentando encontrar algo "barato", para al final acabar marchando con un kilo de harina argentina pagado al doble de lo que cuesta en cualquier otro país del mundo.
Ahora los precios de algunos alimentos y cosas de primera necesidad están bajando un poco, pero en marzo/abril llegó un momento en que los supermercados tenían precios de Suiza, por ejemplo el litro de aceite de oliva argentino que en octubre costaba 7€, llegó a valer 25€, y lo mismo con el papel higiénico y muchas otras cosas.
Una pareja de jubilados vecinos míos resumían así la situación: "ahora tenemos que elegir entre pagar sólo 1 de 3 cosas: los medicamentos, la comida o las facturas e impuestos".
Y lo peor de todo es que, en apariencia, da la impresión de que la mayoría de la gente aceptase esta situación con una especie de sumisa resignación que no parece llevar a que las cosas mejoren en el corto plazo, y a mi personalmente me deja preocupado, en el sentido de que es un hecho que hoy en día es técnicamente posible sumir en la miseria a la mayor parte de la población de un país de manera controlada y sin encontrar una oposición relevante a ello.
De hecho, la mayor oposición a este empobrecimiento masivo es de tipo "gremial", en otras palabras, cada gremio, cada pequeño sector de la sociedad reclama por lo suyo al margen de lo de los demás, nadie dice "salario digno para todos", sino "salario digno para mi y mi gremio".
Por ejemplo uno de los sindicatos más "potentes" es el de la construcción, sector muy afectado por la paralización de la obra pública por el actual gobierno; esta es su sede de Trelew, como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras:
Otro gremio que se queja de sus sueldos miserables es el de los periodistas:
Y así podría poner pancartas de los empleados de banca, los funcionarios públicos, los profesores de universidad... cada uno quejándose de lo suyo sin mencionar lo de los demás; como me decía una argentina hace poco: "los argentinos no tenemos conciencia de clase".
Por otro lado, la situación en conjunto a nivel "psicológico" me recuerda mucho a la de la pandemia, es increíble como la inmensa mayoría de la gente repite los mantras que les dicen por televisión quienes mandan (el de estas semanas es "en octubre todo va a mejorar"), y lejos de criticarles con rabia u odio, hablan de ellos como si fuesen sus salvadores: "nos están salvando (y ni se te ocurra cuestionarlo)".
Y hablando de salvadores, estos meses también se está desarrollando en Argentina una epidemia de "dengue hemorrágico" bastante preocupante, en las zonas afectadas hay carteles como este que informan de ello sólo a las personas apantalladas:
El resto, quienes nos negamos a usar teléfonos inteligentes por considerarlos una herramienta de control y manipulación, y quienes no pueden tener acceso a ellos por carencias económicas (que no es poca gente en Argentina), parece que estamos fuera de la epidemia, no sé si será porque nos consideran inmunes a ella o porque nos desean una muerte prematura.
En resumen, lo que me han contado de primera mano las personas que han vivido la enfermedad en si mismos o en familiares directos, es lo siguiente:
- Comenzó con síntomas leves, tipo un catarro o una gripe.
- Fueron al médico, les hicieron análisis, y les diagnosticaron dengue.
- Les mandaron a casa con recomendaciones básicas como beber mucha agua y guardar reposo.
- Se les pasaron los síntomas.
- Al de dos o tres semanas tuvieron una recaída muy fuerte caracterizada por hemorragias internas en todo el cuerpo, párpados, nariz, oídos, boca, intestinos...
- Y al de poco tiempo murieron de dichas hemorragias.
- Además, dicen que el mosquito que te contagia no hace un grano al picarte como los otros, con lo cual no tienes forma de saber si te ha picado o no.
- Entre los fallecidos hay tanto gente mayor como joven (35 años), con y sin patologías previas, y sin duda tienen que ser muchos más que los que se reconocen oficialmente.
A buen entendedor, pocas palabras bastan...
Por otro lado, también está el país empapelado con una campaña centrada en vacunar a embarazadas y bebés, el nivel de empapelamiento es comparable al de unas elecciones generales, y los carteles tienen este aspecto:
Como puede verse, en esta ocasión se dirigen tanto a personas apantalladas como no apantalladas, y aunque el cartel anterior no lo pone, la enfermedad contra la que dicen vacunar es la "bronquiolitis".
Después, en paralelo, hay otra campaña de vacunación de embarazadas y bebes contra la gripe:
Y para rematar el decorado urbano, un grafiti de las madres de la plaza de mayo expresando su apoyo al personal sanitario durante la pandemia, para que quedase claro que comulgaban con la versión oficial y no veían ninguna vulneración de los derechos humanos por ningún lado:
En fin, como decía al principio, tampoco tiene mucho sentido que me extienda hablando de estas cosas (ni de otras), porque con la censura que hay lo que escriba llegará a muy pocas personas, las cuales en su mayoría o bien no entenderán lo que digo, o bien no haré sino confirmarles lo que ya sabían.
Así que para acabar con algo bonito, un Fiat 1500 de 1969 en estado impecable en una calle cualquiera de Trelew:
Es impresionante como a pesar de todas las crisis que atravesó Argentina en estos últimos 55 años, la pasión por los "autos lindos" ha seguido siempre viva y no dejan de verse auténticas piezas de museo en casi cualquier calle del país:
Ojalá que las cosas mejorasen en pocos meses como dice la televisión, yo sinceramente no lo veo, pero ojala me equivocase, y acabase dedicándome a exportar autos clásicos argentinos a España, sería "lindo" ver a los argentinos de Barcelona recorriendo las ramblas en sus Torinos y Falcons ;-)