Escrito el 12/Junio/2021 por Nacho
Mientras esperamos por los acontecimientos se me ocurrió echar una mirada al pasado para ver como se imaginaban nuestro presente hace 30 ó 40 años, y es curioso como, aún describiendo un futuro "lleno de problemas", los animes de aquel tiempo trasmiten un mensaje de que, a pesar de todas las dificultades, la vida merece la pena si es vivida con valentía y en armonía con nuestra esencia íntima.
Un buen ejemplo de ello es Conan el Niño del Futuro, de Hayao Miyazaki, una serie de 26 episodios realizada en 1978, donde los pocos supervivientes que quedan tras el colapso de nuestra civilización consiguen dejar atrás su pasado maldito dando lugar a una nueva sociedad mejor que la anterior.
Es una serie llena de esperanza y bondad, muy recomendable para compartir con niños en estos tiempos oscuros que vivimos; el estilo de los personajes recuerda un poco a Heidi pero el guión no tiene nada que ver:
En realidad lo que hace Miyazaki no es tanto mostrar un posible futuro, sino poner de relieve como lo bueno o malo que sea el futuro dependerá de las cualidades humanas de las personas que lo construyan, es decir, el futuro será mejor porque las personas también serán mejores.
De alguna manera Nausica del Valle del Viento (1984), también de Miyazaki, viene a ser la misma historia adaptada para adultos en más de 1100 páginas: en un mundo envenenado después de nuestro colapso civilizacional, la esperanza de vida es corta y sigue habiendo guerras, pero al final el Amor de Nausica por la humanidad puede más que la tiranía del Mal y se llega a un nuevo comienzo donde la gente aprendió de sus errores.
Obviamente los escenarios de Miyazaki no se han materializado en nuestro presente porque nuestra civilización no ha colapsado todavía, pero hay muchos otros animes que si parecen haberse hecho realidad hasta cierto punto.
Quizás uno de los más actuales sea "La bomba fétida" (1995) de Katsuhiro Otomo, un cortometraje que relata como un accidente en un laboratorio acaba por liberar una toxina que causa la muerte por insuficiencia respiratoria a millones de personas; algo así como la crisis del COVID-19 pero a cámara rápida.
Este es el protagonista y responsable de la pandemia (en el anime), Nobuo Tanaka:
En realidad, la historia es diferente a la actual pandemia, ya que en vez de un virus era una toxina que se liberó por accidente, y ni los tests ni las vacunas ni las mascarillas servían para nada, pero de alguna forma si muestra como una crisis causada por un agente biológico puede trastocar profundamente nuestras vidas de manera inesperada y a nivel global.
En cambio, quien si acertó de lleno fue Serial Experiments Lain (1998), una serie que mostraba un futuro donde la creciente presencia de las pantallas en nuestras vidas llevarían a más aislamiento, confusión y decadencia, especialmente en los jóvenes, que al carecer de referentes para enfrentar esta nueva situación son mucho más vulnerables:
En aquellos tiempos ver a un adolescente con cara de tristeza y frustración delante de una pantalla era algo extraordinario que por desgracia se ha convertido en habitual en los últimos años. Viendo de nuevo la serie pienso que no era la intención "consciente" de sus creadores transmitir esa idea, pero sin querer lo hicieron, no hay más que ver la ambientación y dinámica general de la historia, es uno de los animes más tristes y grises de todo el siglo XX, y de los pocos de aquellos años que trataban de la futura irrupción de las nuevas tecnologías en la vida de los jóvenes.
Quienes también resultaron sorprendentemente acertadas fueron las CLAMP con su obra X/1999, en el sentido de que planteaban que el mundo es algo espiritual y su futuro depende de la evolución y decisiones espirituales de quienes lo componemos.
Ya sé que esto puede sonar muy abstracto y metafísico, pero con los años he podido comprobar que realmente es así: todo lo que existe en el plano material tiene su origen en El Mundo Invisible, de tal forma que el futuro es una consecuencia directa de la realidad espiritual que hay detrás de las personas y las situaciones.
Lo que desde mi punto de vista reflejaba la historia de X/1999 era esa decisión inalienable de la humanidad para escoger su futuro a nivel colectivo, algo así como unas elecciones, donde a pesar de haber distintas opciones lo que cuenta es lo que decide la mayoría, y realmente en la manera en que cada uno hemos afrontado nuestra vida y el mundo que nos rodea desde 1999 creo que está latente esa decisión individual: no podemos cambiar el mundo pero si la forma en que nos enfrentamos a él, y en el conjunto de esas decisiones individuales yace nuestro futuro colectivo.
Por otro lado, aún siendo más superficial, no quería dejar fuera a Bubblegum Crisis, que de alguna forma va camino de acertar a otros niveles, empezando por una Corporación Tecnológica Global llamada "Genom" (casi como Google) que por un lado controla todo lo controlable y por otro crea las propias crisis y problemas de los que pretende defender a la humanidad...
También los robots para la guerra y trajes de combate que aparecen en este anime no son algo tan lejano ni imposible en 2021 (ya hay prototipos) como lo eran en 1987, al igual que el sentimiento de decadencia humana y material, que en el anime es compensado con creces por una banda sonora brillante y unos personajes que se niegan a resignarse ante una realidad con pocas perspectivas de mejorar:
De alguna forma, los personajes de Bubblegum Crisis me recuerdan a los jóvenes de hoy en día, intentando hacer su vida en un entorno hostil en el que tienen pocas perspectivas de llegar a tener una vida material mejor que la que tuvieron sus padres o sus abuelos; pero aún así viven el presente a su manera y, con la ayuda de Dios, a algún sitio llegarán.
En una línea similar está Alita de Yukito Kishiro, en este caso las clases dominantes en vez de aislarse en guetos de cemento, se construyeron ciudades flotantes como la de la siguiente imagen, y el resto de la humanidad vivía en un planeta envenenado y decadente rebuscando entre los desperdicios que los oligarcas tiraban al suelo desde sus ciudades inteligentes, de hecho la protagonista es un androide que tiraron a la basura y un ingeniero renegado reparó en su tiempo libre:
El hecho es que en el año 2021 no hay todavía ciudades flotantes, probablemente por falta de recursos, pero lo que es la tendencia de los ricos a vivir cada vez más segregados del resto de la humanidad me temo que es mucho más marcada ahora que en 1991 cuando se publicó Alita por primera vez, entre otras cosas porque son muchos menos y bastante más ricos.
Y al margen de las precariedades materiales del "patio de los desperdicios", lo cierto es que la decadencia a nivel humano y espiritual es palpable en toda la historia, en conjunto no deja de ser un ir a menos y a peor en un mundo donde la mayoría de la gente no quiere ver los problemas y mucho menos hacer algo por resolverlos.
Me gustaría poder decir que eso no está pasando en la actualidad... pero es demasiado obvio para negarlo, y de hecho, en otro cortometraje de Katsuhiro Otomo, Ciudad Cañón (1995) se ve claramente como se consigue ocultar la escasez material usando un enemigo invisible con el que justificar la miseria, la precariedad y las injusticias de todo tipo.
Básicamente se trata de una ciudad constantemente en guerra contra un enemigo inexistente donde el aire, el agua, la comida y las relaciones humanas son a cada cual peor, pero gracias al enemigo invisible la mayoría de la gente traga con todo sin cuestionar nada:
Al final va a resultar que quienes mandan conocen bien la obra de Katsuhiro Otomo...
Como quiera que sea, estoy seguro que por muy mal que se pongan las cosas seguirá habiendo personas buenas resistiendo ante el Mal con la ayuda de Dios, un buen ejemplo de ello es La Leyenda de Madre Sara (1990), también de Otomo, en donde, a pesar de vivir en un mundo totalmente devastado, sigue habiendo gente con fe y sentimientos nobles que sobreviven en medio de los tiempos oscuros que les ha tocado vivir:
Quiero pensar que así será, que aunque en los años por venir todavía tengamos que ver muchas cosas terribles, mientras no traicionemos el Amor y la Fe que habita dentro de nosotros todo irá de la mejor manera posible y antes o después la oscuridad desaparecerá dando paso a un nuevo amanecer.