La historia de los libros sobre viajar y vivir en un barco es inevitablemente la historia de sus autores, los mejores libros casi siempre fueron escritos por personas que viajaban y vivían en sus barcos, ya sea por la proximidad o la inspiración del Mar, o sencillamente porque escribían sobre lo que tenían delante de sus narices, el caso es que no se sabe de ningún oficinista que escribiese en su oficina un buen libro sobre como viajar y vivir en un velero.
Así pues, me pareció oportuno comentar no sólo los libros, sino también un poco el perfil de los autores más conocidos, más que nada para acompañar las descripciones de sus libros y ponerlos un poco en su contexto.
Los autores son los siguientes:
- Lin y Larry Pardey
- Eduardo Rejduch de la Mancha
- George Buehler
- Bernard y Françoise Moitessier
- Julio Villar
- Eric y Susan Hiscock
- Lin y Larry Pardey: se conocieron allá por 1964, cuando Lin tenía unos 20 años y Larry unos 23, él estaba planeando construir un barco de madera de 7 metros para ir a conocer el mundo, ella se sumó a la idea, y juntos construyeron ese barco (el famoso Serafín), con el que desde 1968 estuvieron 11 años dando la vuelta al mundo sin motor.
Aquí se les puede ver 3 años después de zarpar, poco antes de pasar el Canal de Panamá hacia el Atlántico:
Cuando volvieron a Estados Unidos en 1979 ya habían editado varios libros y eran famosos, y desde entonces su fama y su éxito no han dejado de crecer, con el tiempo vendieron a Serafín y se construyeron otro barco muy parecido pero de 9 metros de eslora (Taliesin), también de madera y sin motor, con el cual volvieron a dar la vuelta al mundo, no me acuerdo si una o dos veces más, incluso pasaron el Cabo de Hornos de Este a Oeste, conquistando el récord de ser el barco de vela más pequeño y sin motor que nunca pasase por ahí.
Con los años se acabaron instalando en Nueva Zelanda, desde donde siguen navegando por el Pacífico todos los años, esta es una foto reciente, 45 años después de la foto anterior no se les ve nada mal!
Durante los 4 años en que estuvieron construyendo su primer barco (Serafín) se ganaron la vida con un pequeño negocio, una especie de tienda de efectos navales que también hacía reparaciones en barcos de recreo y yates. Al iniciar su viaje vendieron el negocio con la idea de estar un año recorriendo la costa Oeste de México, pero por el camino fueron encontrando formas de ganarse la vida, generalmente trabajando en cosas relacionadas con los barcos, hasta que al de unos 6 años de haber zarpado publicaron su primer libro, que fue un gran éxito y al que siguieron muchos más a lo largo de los años, también hicieron documentales para la televisión, dieron seminarios...
Yo compré y leí todos sus libros, algunos varias veces, y los que son de temas técnicos los llevo en el barco, son de una utilidad evidente, todo lo que dicen en ellos funciona, como leí allá por el 2006 en un foro de Internet: "consigue los libros de los Pardey, son con diferencia los mejores, valen su peso en oro", casi 6 años después no puedo sino darle toda la razón a quien escribió eso.
De las decenas de miles de personas que han viajado y vivido en un barco de vela en el último siglo, los Pardey son sin duda quienes más éxito han tenido a todos los niveles, recorrieron más de 200000 millas naúticas (incluyendo transporte de otros barcos), han visto más mundo que la mayoría de personas en este planeta, y además vivieron con calidad de vida e hicieron una pequeña fortuna por el camino durante casi 45 años (y los que les quedarán!), y lo mejor de todo, dejaron por escrito toda su experiencia con un sinfín de documentos técnicos para que cualquier persona con ganas de trabajar pueda intentar hacer lo mismo.
Sus libros se dividen claramente en dos grupos:
Los de tipo técnico, donde tratan en profundidad el como hacerlo:
- El navegante capaz
- El marinero auto-suficiente
- El navegante consciente de los costes
- Manual de tácticas para afrontar el mal tiempo
- El cuidado y la alimentación de la tripulación
- Prepárate para viajar por altamar (DVD)
- Construcción Clásica de Barcos de Madera
Y los que narran principalmente sus 11 años de viajes a bordo de Serafín:
- Navegando en Serafín
- La aventura Europea de Serafín
- La aventura Mediterránea de Serafín
- La aventura Oriental de Serafín
- El cañón del Toro
Realmente pienso que para cualquier persona que se plantee viajar y vivir en un velero en serio, es imprescindible leer al menos alguno de los libros técnicos que escribieron, en especial los 3 primeros que comento, el de el cuidado y la alimentación de la tripulación está bien, pero se centra principalmente en esos aspectos.
- Eric (y Susan) Hiscock: fueron tal vez los pioneros de los modernos hombres-yate, Eric nació en 1908 y Susan en 1913, ambos en Inglaterra, se conocieron cuando ella tenía 17 años y navegaba en su propio barco de vela ligera por el Solent Inglés, a partir de entonces siempre estuvieron juntos y dieron la vuelta al mundo a vela nada menos que 3 veces!
Aparentemente no eran ni ricos ni pobres, sino más bien clase media. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial Eric se incorporó a la Armada Inglesa en una patrullera anti-submarinos, pero en 2 años le acabaron echando por ser medio ciego, de tal forma que volvió a Inglaterra y se casó con Susan, que afortunadamente tenía buena vista.
Después de la guerra, en 1952, consiguieron un barco de acero de 9 metros de eslora (el Wanderer III) y se lanzaron a dar la vuelta al mundo, volviendo 3 años después, cuando escribieron su primer libro, y en 1959 volvieron a dar la vuelta al mundo en el Wanderer IV (por otra ruta), finalmente en 1968 cambiaron de barco por otro más grande y volvieron a dar la vuelta al mundo por tercera vez consecutiva, acabando finalmente en Nueva Zelanda, donde pasaron los últimos años de su vida navegando por el Pacífico hasta que Eric murió en 1986 a bordo del Wanderer V.
Aparentemente se ganaron la vida básicamente con la pensión de prejubilación de Eric, hasta que empezaron a recibir ingresos de sus libros, los cuales con los años fueron considerables, ya que en el mundo de habla inglesa y en Inglaterra en particular llegaron a ser poco menos que unos héroes nacionales, recibiendo un montón de premios, medallas y condecoraciones, se cuenta que cada vez que llegaban a un puerto (cuando ya eran famosos) era todo un acontecimiento, como si hubiera llegado el Papa XD
Escribieron muchos libros sobre sus viajes, yo leí varios de ellos, pero los encuentro un poco tostón... es como que no tienen chispa para contar las cosas, y da la impresión que no hacían cosas muy interesantes allá donde llegaban, principalmente relacionarse con otras personas de habla inglesa que estaban también viajando en sus respectivos yates.
El caso es que escribieron un libro técnico enciclopédico que es quizás de lo mejor y más completo que se puede encontrar sobre el navegar y vivir en un velero, se titula Viajando a vela, y abarca prácticamente todos los aspectos técnicos de una forma profunda y con mucho espíritu científico.
Es cierto que en algunos aspectos el libro está un poco desfasado (su última revisión fue en 1980 creo), pero aún así pienso que es muy valioso, primero porque muchas de las cosas que explica siguen siendo tan actuales como siempre, y segundo porque muchas otras son cosas que han caído en desuso o en el olvido, y a veces resultan ser precisamente lo que necesitas, en especial si no te sobra el dinero.
En resumen, explican como hacerlo todo con pocos medios materiales y poco dinero, ya que en su época sencillamente no había los adelantos técnicos que hay ahora, y eso de cruzar océanos en un velero era algo excepcional.
- Eduardo Rejduch de la Mancha: Se mudó a su hogar flotante con 28 años, y después de más de 20 años de vivir a bordo del Charrúa dando vueltas por el mundo con su hermosa novia Claudia, publicó su primer libro que le hizo merecidamente famoso y tuvo un gran éxito de ventas.
Eduardo es un buen ejemplo de que es posible viajar y vivir en un barco con dignidad, sin tener más dinero que la inmensa mayoría de personas, su barco de 8 metros le costó los ahorros de trabajar tres años en una fábrica de zapatos, y una vez en él se fue ganando la vida como pudo, desde vendimiador a skipper de lujo, pasando por empleado de circo.
Leyendo su libro es evidente que no fue fácil, a veces tuvo problemas para ganar dinero, otras veces tuvo problemas con el barco, una vez hasta le intentaron hundir los Marines Americanos, en Sudán casi le secuestran a él y a Claudia unos malvados nómadas del desierto...
Pero lo cierto es que mientras otros pasaron esos 20 años en una oficina-ratonera arañando miseria día tras día, él vivió muchas cosas, la mayoría de las cuales sin duda merecieron la pena; y como dicen Lin y Larry Pardey: "Nunca hay que olvidar que las personas que viven en tierra firme tampoco son felices todos los días".
Después de publicar Hasta donde me lleve el viento en el 2002 en Barcelona, Eduardo Rejduch marchó a su Uruguay natal (año 2005 creo recordar), y ahí editó otra versión de su libro adaptada para Latino América, anduvo dando charlas por clubes de yates, y en general siguió disfrutando de la vida, según parece en Uruguay es una especie de héroe nacional y hasta la armada uruguaya le invitó a una expedición por la Antártida, salió en varios programas de televisión... vamos, que parece que le tratan bien en su tierra.
En el 2009 intenté investigar donde estaba y seguía en Montevideo, en el Puerto del Buceo, viviendo a bordo del Charrúa, y según decía tenía intención de continuar viaje en algún momento.
Un misterio sobre su historia es lo que ocurrió con Claudia, ya que llegó a Barcelona, pero a partir de ahí ya no aparece en sus libros (ni siquiera en la edición de 2005), Eduardo sólo dice que "desembarcó con flores en Barcelona", lo cual ha dado pie a un sinfín de especulaciones, y a mucha gente preguntando en Internet por ello sin obtener respuesta, en una entrevista que le hicieron a Eduardo en la televisión uruguaya hace unos pocos años daba la impresión que ya habían pactado de antemano no sacar ese tema.
Hay quien piensa que las flores eran de un amante que le esperaba en Barcelona, otros que sencillamente dejaron su relación como cualquier otra pareja, y los más pesimistas se imaginan que tal vez la chavala tuvo algún problema de salud y las flores eran las de su funeral, de tal forma que por no darle al libro un final triste Eduardo prefirió no decirlo.
Como quiera que sea, si en todos estos años nadie lo ha hecho público en Internet tal vez sea mejor así, o al menos pienso que está bien respetar la voluntad de su autor, sus razones tendrá para preferir no hablar del tema.
Lo que si que es cierto es que estaría bien que Claudia escribiese su propio libro dando su propia versión de todos esos años, podría titularlo algo así como "Hasta donde me lleve Eduardo", el éxito de ventas lo tendría asegurado ;-)
- George Buehler: nació en la Costa Oeste de Estados Unidos en 1948, a los 16 años dejó el instituto para trabajar de ayudante en un astillero, a los 19 años, con el poco dinero que había ahorrado se construyó su propio barco de madera, de unos 8 metros escasos de eslora y sin motor, y se lanzó en solitario a navegar, primero desde Seattle hasta el Sur de México, y desde ahí hasta Hawai.
En Hawai vendió el barco y volvió a Estados Unidos, donde se construyó otro de unos 11 metros (esta vez con motor) donde vivió a bordo con su pareja durante unos cuantos años, y desde entonces se dedica a diseñar barcos tanto de vela como de motor.
Su filosofía de diseño y construcción es muy especial, ya que se centra sobre todo en hacer barcos fáciles y baratos de construir, y a la vez que naveguen bien y sean muy resistentes, esto suena muy de perogrullo, pero en la práctica no hay ningún otro diseñador que lo haga como él, se puede decir que George Buehler es una persona normal que diseña barcos para que los puedan construir otras personas normales con recursos económicos normales.
Yo de hecho llevo a bordo una copia de su libro Construye tu barco en el patio de tu casa al estilo Buehler, con la idea de que si necesitase otro barco sencillamente me construiría uno de los suyos, en el libro incluye los planos completos de dos veleros de 8 y 11 metros respectivamente, con las instrucciones detalladas de como hacerlo.
Su primer libro le hizo famoso (se editó en 1990) y desde entonces se ha reeditado ininterrumpidamente, y sus barcos se han construido a lo largo y ancho de todo el planeta, muchos por sus propietarios y otros por astilleros profesionales.
Con el tiempo y la fama fue diseñando cada vez barcos más grandes y más caros, hasta que un buen día publicó el libro del Barco-Troll, en el que presentaba un nuevo concepto de yate de motor, básicamente una especie de barco-tanque diseñado para vivir a bordo cómodamente y poder cruzar océanos con él. Es un concepto muy diferente al de los yate de motor actuales, en el sentido de que los barco-troll no planean, con lo cual son más lentos pero consumen mucho menos gasoil, haciendo posible el cruzar océanos simplemente a motor como hace cualquier pesquero moderno de hoy en día.
En los últimos años sus diseños de barco-troll empezaron a producirse en serie en astilleros chinos para exportarlos a Estados Unidos, así como también en astilleros turcos, en Estados Unidos tuvieron mucho éxito e incluso hay un nutrido mercado de ocasión de barcos-troll.
Allá por el 2009 publicó otro libro sobre como vivir en autocaravanas, ya que decía que lo de vivir en un barco es cada vez más difícil e imposible para la mayoría de personas debido al terrible deterioro a nivel socio-económico que ha habido en Estados Unidos.
Su primer libro es sin duda el más valioso para quien piense en viajar y vivir en un velero y no le sobre el dinero, la cantidad de consejos de todo tipo que da (tanto para construir barcos, como para navegar y vivir a bordo) son de un incalculable valor, y está escrito en un tono muy ameno e informal que hace que sea un auténtico placer el leerlo.
Yo tuve la suerte de tratar con él varias veces y puedo decir que es una persona muy sencilla y humilde, a diferencia de otros, a él no se le ha subido el éxito a la cabeza. Hasta tuvo el detalle de dedicarme su libro:
- Bernard y Françoise Moitessier: sin duda uno de los personajes más famosos y polémicos de la navegación a vela, para algunos una especie de incuestionable "profeta del yatismo" y autor de infalibles libros sagrados, y para otros una persona normal que escribió buenos libros e hizo lo que quiso con su vida en vez de hacer lo que hacen los demás.
Como quiera que sea su historia no tiene desperdicio, el siguiente resumen está sacado de la wikipedia y sólo pretende dar una idea de su perfil para vender sus libros mejor al despertar la curiosidad en el lector; no pretende herir los sentimientos religiosos de nadie.
Comenzando por el comienzo, a pesar de ser francés, Moitessier fue a nacer nada menos que en el actual Vietnam en 1925, donde fue tripulante de barcos mercantes a vela en el Sudeste Asiático, hasta que acabó comprándose su propio velero en 1952, una especie de junco chino que estaba para el desguace y que se llamaba María Teresa; con ese barco intentó navegar en solitario hasta Francia, pero en la primera etapa del viaje le empezó a entrar agua malamente y tuvo que repararlo como pudo buceando en medio del Océano Índico.
Después de nada menos que 85 días de navegación en el Océano Índico (probablemente no miró ni las Pilot Charts ni los derroteros, por eso no tuvo viento) acabó embarrancando nada menos que en la Isla de Diego García, base militar de EEUU donde está prohibido llegar con un barco de recreo, especialmente sin avisar... a raíz de semejantes meteduras de pata empezó a ser conocido en Francia.
Los americanos le deportaron a la Isla de Mauricio, donde estuvo 3 años construyéndose un barco, con el cual intentó llegar otra vez a Francia, fue primero a Sudáfrica, luego a la Isla de Santa Elena, y al llegar al Caribe volvió a embarrancar su barco, según él porque estaba cansado y se equivocó.
Después de eso unos amigos le echaron una mano y consiguió llegar a Francia como tripulante de un barco mercante, una vez en Francia encontró trabajo en una compañía farmaceútica, escribió su primer libro (el vagabundo de los mares del Sur) y se casó con la hija de unos amigos de su familia, una tal Françoise.
Por lo visto su libro tuvo bastante éxito en Francia, y con el dinero que sacó consiguió agenciarse un barco de 12 metros de acero al que bautizó Joshua, a bordo del cual Françoise y él zarparon de Marsella en octubre de 1963, dejando a sus 3 hijos en un internado francés.
Aquí se les puede ver a bordo del Joshua:
Según se dice, Françoise zarpó enamorada de Moitessier, y cuando volvió estaba enamorada del Mar... con el tiempo llegaría a escribir su propio libro: 60000 millas a vela, en el que a parte de narrar su experiencia con Moitessier cuenta sus posteriores aventuras como naveganta solitaria.
Su intención era dar la vuelta al mundo en menos de 3 años, pero cuando se llegaban por Tahití, en el Océano Pacífico, se dieron cuenta de que iban retrasados, y que los niños iban a salir ya del internado y ellos tenían que estar ahí para hacerse cargo... con lo cual se les ocurrió la brillante idea de volver directamente a Europa por el Cabo de Hornos, en un viaje que duró 126 días y 14216 millas naúticas, en aquella época fue el mayor viaje sin paradas realizado por un yate.
A raíz de este segundo viaje, Moitessier escribió su segundo libro: Cabo de Hornos a la Vela, que también tuvo mucho éxito y casi medio siglo después sigue reeditándose.
En 1968 a alguien se le ocurrió organizar una regata en solitario para dar la vuelta al mundo sin paradas, y Moitessier se apuntó, dejando a su pobre mujer y sus hijos llorando en el puerto, la regata fue toda un cúmulo de desastres para él, primero chocó con un mercante cuando intentaba lanzarles un carrete de fotos con un tirachinas, dos días después una ola canalla le tumbó el barco y lo tuvo que reparar sobre la marcha como buenamente pudo.
Según parece lo pasó muy mal a nivel de cabeza, con temporadas de grandes depresiones, hasta el punto que tuvo que empezar a hacer yoga para intentar controlarse un poco (no tenía pastillas del psiquiatra como ahora).
Cuando ya estaba llegando a Inglaterra y a punto de ganar la carrera, se le cruzó un cable y decidió abandonar y navegar 3 meses más en dirección a las Islas Galápagos por el Atlántico Sur, pero ya cuando estaba en el Pacífico decidió que mejor volvía a Tahití... donde llegó después de 37455 millas y 10 meses de navegación en solitario. Así pues, completó su segunda vuelta al mundo en Junio de 1969.
A lo largo de ese y otros viajes iba grabando cosas en una grabadora para luego tener material para sus libros:
Lo siguiente que hizo fue escribir otro libro (El Largo Viaje) para intentar rentabilizar la historia...
En Tahití conoció a una tal Iliana Draghici, con quien tuvo un hijo a quien llamaron Estéfano (de Françoise y sus tres hijos parece ser que se olvidó después de los 10 meses de navegar en solitario), de Tahití se mudaron para un islote del Reino de Tonga, donde Moitessier intentó cultivar frutas y verduras europeas, al parecer con poco éxito, acabando por marcharse en el Joshua a Estados Unidos con la idea de hacer una película sobre sus aventuras para ganar dinero.
En Estados Unidos no le debió de ir bien, y en 1982 zarpa rumbo a Francia otra vez, donde espera poder hacer algo de dinero por ser más conocido que en el mundo anglosajón, curiosamente en esta ocasión no va solo, sino que al pobre Klaus Kinski se le ocurre la brillante idea de pagarle para que le lleve de tripulante...
En la Costa Oeste de México fondean malamente pegados a otros 50 barcos en una playa desprotegida, estilo aparcamiento del Carrefour, en eso llega un huracán, y los de los demás barcos empiezan a debatir por la radio si zarpan o se quedan fondeados, en medio del debate alguien dice: "Moitessier no se va a ir, entonces si él [que es tan listo] no se va, yo tampoco me voy"; unas horas después la mayoría de los barcos están embarrancados en la playa, con el Joshua a la cabeza y Moitessier intentando rescatar lo que podía del naufragio... (esta parte de la historia está contada en detalle en El Navegante Capaz).
Finalmente Moitessier volvió en avión a Francia, donde consiguió que el museo naval de La Rochelle le comprase el Joshua para restaurarlo, también escribió su autobiografía para intentar sacar algo de dinero (titulada Tamata y la Alianza), y se apuntó al movimiento ecologista me imagino que con la misma intención... Muere en París de un cáncer en junio de 1994.
Este es el Joshua tal y como se puede ver en el Museo marítimo de La Rochelle:
Yo leí algunos de sus libros, y me parecieron entretenidos e interesantes, las experiencias de Moitessier está claro que son excepcionales (afortunadamente), y sus libros de alguna forma son únicos en ese sentido, se han traducido a varios idiomas, y han tenido un éxito importante de ventas.
Desde luego también está claro que es el típico ejemplo de como no hay que hacer las cosas, al menos si aspiras a vivir en un barco con un mínimo de calidad de vida y seguridad, en sus tiempos Moitessier se hizo famoso porque no había nadie haciendo nada parecido, pero hoy en día no es raro ver de vez en cuando a personas como él, y sencillamente ya nadie mira para ellos, incluso aunque escriban algún libro como los de Moitessier pasan bastante desapercibidos.
- Julio Villar: fue el primer español en dar la vuelta al mundo en solitario (entre 1968 y 1972), nada menos que en un diminuto barco de unos 6 metros de eslora de nombre Mistral, probablemente el barco más ligero que ha dado la vuelta al mundo en toda la historia de la humanidad.
Además de eso es alpinista, antes de dar la vuelta al mundo en barco ya era famoso por sus escaladas en los Alpes Suizos, y al volver a España participó en la primera expedición vasca al Everest en 1974 (Tximist).
En 1976 se compra una casita en Tarragona, y desde entonces vive ahí, según dicen dedicándose a recorrer a pie toda la Península Ibérica y parte del extranjero, da la impresión que después de esos 4 años en el Mar llegó a la conclusión de que lo suyo era la Tierra.
Yo nunca tuve el placer de conocerle, y no tengo muy claro como hizo para financiar su vuelta al mundo, él en su libro insiste mucho en que vivía con poco dinero y que de vez en cuando encontraba algún trabajo en los puertos a los que llegaba.
Pero como quiera que sea, su testimonio sobre su vuelta al mundo en barco es muy valioso, a parte de porque a nivel poético y literario sea muy bonito, también porque ilustra muy bien como no hay que hacer las cosas a la hora de navegar, es el ejemplo perfecto de flipado metido a navegante que vivió para contarlo de puro milagro.
Y hay que reconocer que en su libro Eh, Petrel! es muy realista y sincero a la hora de hablar de las miserias y peligros por los que pasó por hacer las cosas de cualquier manera, sin una preparación previa adecuada ni un mínimo sensato de medios técnicos.
Vamos, que a no ser que tengas un papá rico dispuesto a rescatarte cuando estés en apuros, es mejor que no intentes hacer lo que hizo él.