Esto viene a cuento de una cuestión que se repite de vez en cuando, se trata de la predicción de fechas.
Es relativamente fácil ver hacía donde tiende el futuro de una situación o de una persona, pero a la hora de decir cuando ocurrirá determinado acontecimiento las cosas se complican.
La historia está llena de predicciones fallidas en cuanto a las fechas pero acertadas en lo que a acontecimientos se refiere, que normalmente ocurrieron con posterioridad a esas fechas predichas de antemano.
En mi opinión, lo que ocurre es que nuestro sistema de medir el tiempo no es compartido por el resto del Universo, y eso incluye a las cartas del Tarot.
Yo creo que la forma que tiene la Naturaleza de contar el tiempo es por sucesión de acontecimientos, por poner un ejemplo, una semilla no piensa que tiene que germinar el día 3 de mayo de 2005 a las 9:37 AM, sino que piensa que primero tiene que ser enterrada en la tierra, segundo tiene que estar a una temperatura suficiente para producir ciertas reacciones químicas en su interior, tercero tiene que haber un determinado grado de humedad estable a su alrededor, y después de esa sucesión de acontecimientos es cuando va y germina.
En el caso de una situación humana, la respuesta a la pregunta "¿cúando encontraré una pareja estable?" podría ser algo así como: primero deberás recuperarte de la crisis espiritual por la que estás pasando, después habrá un cambio a nivel material (quizás un cambio de trabajo o de residencia), más tarde tendrás una relación superficial y de corta duración después de la cual pasarás por una etapa de estabilidad emocional, y por último aparecerá esa persona que llevas tanto tiempo esperando.
El problema de mirar cúando ocurrirá algo es que hay que escarvar en el futuro, y a lo peor encontramos cosas que hubiera sido mejor no desenterrar.
Esto me ha recordado el siguiente fragmento de una historia:
Ocurrió hace tiempo que La Muerte contrató a un ayudante debido a que en la Tierra se estaban preparando para la III Guerra Mundial. El chico se llamaba Mario, era buen chico, pero muy curioso, siempre estaba haciéndole preguntas a su jefa sobre como funcionaba el mundo, a donde iban los muertos, que iba a pasar, cuando... Un día La Muerte le preguntó a Mario: - ¿Sabes que les ocurre a las personas que hacen demasiadas preguntas? - Hmmm... - Mario frunció el ceño buscando la respuesta - no lo sé... ¿qué les ocurre? - Que les contestan - respondió La Muerte. |
En el momento que sabemos algo sobre nuestro futuro este se hace algo menos elástico, el simple hecho de saber una parte ya nos condiciona en mayor o menor medida, cuando se tiene poca fe en lo que dicen las cartas este condicionamiento es pequeño, pero después de haber visto como las cartas han acertado siempre de una manera u otra en multitud de ocasiones... es difícil ignorar lo que nos dicen a la enésima vez.
A riesgo de resultar repetitivo, quiero insistir en que me parece muy delicado urgar en el futuro, pienso que es algo que sólo debe hacerse en circunstancias excepcionales y sabiendo lo que se hace, normalmente basta con mirar las tendencias que surgen del presente con dirección hacia el futuro, sería el equivalente a subirnos a un árbol alto para ver mejor hacia donde se dirije el camino por el que avanzamos.
Incluso subirse a un simpático árbol es peligroso, te puedes caer y partirte los morros.
Para mi querer saber mucho (lease demasiado) sobre el futuro es equivalente a tirarse en ala delta desde un acantilado, si ya subirme a un árbol me inspiraba respeto lo del ala delta sencillamente es algo que no haré a no ser que lo exigan causas "excepcionales".
Por otra parte, tengo la impresión de que la mayoría de personas que preguntan sobre su futuro más que querer conocer el futuro lo que buscan es una especie de alivio para su presente, quien está desesperado porque está al borde de la ruina desearía que en el futuro cercano le tocase la lotería, quien acaba de romper con su pareja con la que llevaba 18 años desearía que las cosas fuesen a arreglarse...
Yo en estos casos creo que lo mejor es preguntar por la situación en si, por el "que se puede hacer" más que por el "que va a pasar", es mejor "pedir ayuda" que no "pedir ver el futuro".
Las cartas no son tontas, si se les pide ayuda seguramente sólo muestren la parte del futuro que puede ayudarnos, en cambio si directamente se las pide ver el futuro tal vez muestren algo que no nos ayude o incluso nos perjudique a la larga. Que no sean tontas no quiere decir que sean una ONG.
Dicho esto, si quieres ver mi método para urgar en el futuro mediante el Tarot, pincha aquí.