Escrito el 6/Junio/2021 por Nacho
En estos tiempos que vivimos, en los que es fácil sentirse impotente, abrumado e incluso lleno de miedo, me pareció buena idea desempolvar el Tao Te Ching, un libro de hace 2500 años donde se explica, entre otras cosas, como los débiles pueden derrotar a los poderosos.
La idea consiste en apoyarse en los mecanismos universales que subyacen detrás de todo cuanto ocurre: es decir, lo que hagan o dejen de hacer los débiles, aún pareciendo irrelevante, puede llevar a que los poderosos sean víctimas de sus propias acciones, precipitando así su caída y la victoria de los débiles.
Un ejemplo de esto sería la derrota de Hitler y la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial: por ser poderosos invadieron Rusia y eso precipitó su derrota frente a los que al comienzo eran débiles.
Otro ejemplo sería la decadencia y próxima derrota de EEUU y sus aliados: porque eran los más fuertes atacaron Afganistán, Irak, Libia, Siria... por eso, y por otros errores que pudieron cometer precisamente por ser fuertes, ahora son mucho más débiles que hace 20 años.
3 metros de agua hacen flotar un barco de 10.000 toneladas,
así es como lo débil supera a lo fuerte
Comentarios sobre Lao Tze, Wang Tao
En cambio China, que hace 20 años era un país relativamente débil y en vías de desarrollo, hoy es mucho más fuerte y próspero: entre otras cosas porque supo conseguir mediante sus acciones que los errores de sus enemigos le beneficiasen sin necesidad de enfrentarse directamente a ellos.
Ese mismo mecanismo funciona a menor escala con pequeños grupos de personas e incluso individuos aislados, la clave está en conocerte muy bien a ti mismo y a tus enemigos:
Si conoces bien a tu enemigo y a ti mismo, no necesitas temer el resultado de cien batallas
El Arte de la Guerra, Sun Tzu
Lo que ocurre es que las cosas no cambian aleatoriamente, sino que siguen patrones que se repiten, de tal manera que lo que hoy está arriba mañana estará abajo, y por eso no se trata de querer estar arriba hoy, sino de encontrar la mejor manera de estar abajo para con el tiempo ir ascendiendo progresivamente.
Cuando el Sol llega a lo más alto ya sólo puede descender.
El libro de las Mutaciones (I-Ching)
En esta época que vivimos, el desarrollo tecnológico ha hecho posible concentrar más poder que nunca en menos manos que nunca, esa es quizás la principal causa de que el Mundo esté como está y la inestabilidad siga en aumento, por eso es inevitable que ese poder cambie de manos y que los planes de los poderosos se trastoquen:
La única forma de que los poderosos no se/nos descalabren sería que supieran renunciar a su poder de una forma armoniosa con las circunstancias, básicamente a favor del bien común, pero todo parece indicar que son brutos y egoístas, y lejos de renunciar a su poder y sus privilegios, lo que pretenden es acapararlos por todos los medios a su alcance caiga quien caiga.
Cuanto más se esfuercen en ese camino más rápido precipitarán su caída:
Los poderosos que sólo se preocupan de si mismos,
pueden poseer el mundo,
pero el mundo entero se vuelve en su contra.
Comentario sobre el Tao Te Ching, Te-Ch'ing
Y cuando dice "el mundo entero" no se refiere sólo a las personas que habitan el mundo, sino a todo lo que existe en el mundo, en especial al desarrollo de los acontecimientos, que de alguna manera se impregnan de una especie de mala suerte que lleva a que los planes se tuerzan de forma imprevisible e irremediable.
El Cielo es despreocupado y no tiene prisa,
pero su retribución es ingeniosa y está fuera del alcance de los planes humanos.
Comentarios sobre el Tao Te Ching, Wu Ch'eng
Así pues, no hay que dejarse llevar por el miedo y la desesperanza, sino que hay que intentar ver los problemas como oportunidades: cuanto mayor el problema, más grande la oportunidad oculta que puede traer consigo; todo es cuestión de saber estar en armonía con el Cielo ;-)
Y como dice la canción, el Amor es algo que siempre nos salvará, en este mundo y en el otro:
El Amor gana todas las batallas y sobrevive a cualquier ataque,
lo que el Cielo creó el Amor lo protege
Tao Te Ching c. 67, Lao Tze