Realmente, si me pusiera a recopilar todas las supuestas profecías que han surgido sólo en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se contarían por varios miles, y eso sólo teniendo en cuenta las que tuvieron una difusión relevante y fueron impresas en papel y leídas por muchos miles de lectores, lo cual me lleva a preguntarme: "¿de donde sale todo esto? ¿quien lo hace? ¿para qué?"; especialmente si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de ellas no acertaron y simplemente cayeron en el olvido.
No obstante, rebuscando entre esa montaña de literatura profética inútil se encuentran cosas que parecen tener sentido en la actualidad, y es sobre esos pequeños retazos sobre los que pensé que sería buena idea hablar, más que nada para intentar sacarlos del pozo de confusión y olvido en el que se hayan sumergidos.
Así pues, vamos a empezar con un vaticinio telegráfico que se transmitió oralmente en el Norte de España desde comienzos del siglo XX y cuyo origen es anónimo que yo sepa, pero me consta por personas cercanas a mí que no es una invención reciente. Dice así:
Llegará un tiempo en que se construirán muchas carreteras, tantas que llegará un punto en que será imposible construir más, entonces el Mundo se acabará
Anónimo español, comienzos del siglo XX
Esto que puede parecer muy simplón, y casi hasta previsible para alguien con una buena base cultural, lo cierto es que se comenzó a decir cuando apenas habían comenzado a llegar a España los primeros coches con motor de explosión, y obviamente no había carreteras de asfalto, luego se siguió diciendo durante las décadas del desarrollismo del Régimen de Franco, cuando se empezaron a construir muchas más carreteras de las que había, y se siguió diciendo durante los años de bonanza de la democracia hormigonera española, en los que realmente era imposible hacer un viaje sin ver por el camino varias autovías en construcción.
Hasta que llegó el año 2008 y el famoso fantasma de la crisis que todavía sigue recorriendo el país, y desde entonces, ya sea porque no tienen sentido, o porque no hay dinero para ello, lo cierto es que no se pueden construir más carreteras, además, es curioso, porque en la mentalidad popular siempre se pensó que no se podrían construir más porque estaría el paisaje lleno de ellas, pero no porque llegase una crisis que impusiera restricciones tan dramáticas a la actividad económica.
Como quiera que sea, el vaticinio tampoco es de mucha utilidad, porque como es lógico en una profecía auténtica, no se dan fechas, y aunque se diesen, tampoco estaría claro que es lo que hay que hacer cuando llegue ese momento...
Llendo más hacia el Norte de Europa, nos encontramos con una profecía también anónima, supuestamente escrita en los años sesenta del siglo XX por un párroco católico en Alemania y recopilada por un investigador llamado Beckh, ya con tanto anónimo e intermediario le hace a uno sospechar de su autenticidad, pero lo cierto es que llegó a mis manos en el año 2003, y si bien en conjunto se puede calificar de "ambigua pero coherente", tiene una parte que recientemente ha cobrado sentido desde mi punto de vista:
[...] Me dan pena los niños que crecen en este mundo de ficción sin ninguna relación con las cosas reales. ¡Si sólo fuera la secularización!; pero lo que amenaza es la pérdida del sentido de la realidad. Este desarrollo amenaza al hombre y su naturaleza y precede a la realidad. [...]
Padre Tomás (anónimo), 1964
Está claro que se trata de un tema polémico, pero a fecha de hoy (octubre de 2016) hay muchos estudios serios que señalan como un problema nuevo y grave precisamente esto, el que la gente en general y los niños en particular, están perdiendo el sentido de la realidad debido al mal uso de las nuevas tecnologías (que son posteriores a 2003); y no sólo eso, sino que teniendo en cuenta que está ahora empezando el fenómeno de la "Realidad Virtual" con esos cascos cuadrados que se ponen por la cabeza, todo apunta a que esa perdida del sentido de la realidad todavía se acentuará más, y con ello todos sus problemas asociados.
Ya en otro momento cuando tenga tiempo espero publicar el texto íntegro, no es que de ninguna fórmula mágica, pero realmente en conjunto si me parece una profecía verdadera.
Luego rebuscando más, lo cierto es que no encuentro muchas profecías europeas que sepa que llevan impresas más de 10 años y que ahora empiecen a cobrar sentido, hay muchas que hablan de aspectos morales o sociológicos, pero eso son cosas poco objetivas y difíciles de medir, y en el fondo podrían darse por buenas en muchos momentos históricos diferentes.
En cambio, si buscamos acontecimientos recientes como la anexión de Crimea por parte de Rusia, la guerra de Siria, lo que ha pasado en Egipto o Libia en los últimos años... lo cierto es que no hubo que yo sepa nadie que lo vaticinase de antemano, y las profecías que circulan por Internet que pretenden ser más antiguas que esos acontecimientos, realmente no me inspiran mucha confianza.
Esto último, aunque sé que es decepcionante para quien espera encontrar predicciones concretas y cercanas en el tiempo, en el fondo es la realidad de la mayoría de predicciones, o bien son abstractas y parciales, como una especie de rompecabezas con piezas sueltas, o cuando son muy concretas y con rangos de fechas precisos, sencillamente nunca se cumplen.
Como comenté hace tiempo en este artículo, cuando se piensa en el futuro hay que pensar más por sucesión de acontecimientos que en función de días, meses y años.
