Aunque pueda parecer algo similar, no tiene nada que ver hacer unas predicciones astrológicas para un determinado año con los diversos vaticinios y profecías que pretenden decir lo que va a ocurrir durante ese tiempo; la diferencia es simple, las predicciones astrológicas se hacen mirando un almanaque astronómico y aplicando una serie de teorías y axiomas que en el fondo tienen más de lógica, matemáticas y estadística que de otra cosa.
En cambio, las "profecías o vaticinios" propiamente dichos vienen dados a través de visiones, revelaciones, sueños premonitorios y cosas de ese estilo, son algo digamos "metafísico", mientras que la astrología ni lo es ni pretende serlo, aunque haya quien confunda una cosa con otra.
El caso es que me pareció importante hablar de varias profecías que andan circulando por Internet, no porque tenga particular fe en ninguna de ellas, sino porque veo que hay mucha confusión sobre el tema, y pienso que merece la pena aclarar los conceptos básicos y ya de paso dar un repaso a los muchos cientos de profecías recientes que nunca acertaron, y al puñado de ellas que el paso del tiempo ha ido demostrando que algo pueden tener de cierto.
Para ello, lo más importante es aprender a distinguir entre estos tres tipos de profecías:
- Las profecías fabricadas a sabiendas de que son un fraude, normalmente con algún objetivo a corto plazo en mente, como obtener fama, dinero o influir en un determinado grupo de personas.
- Las que se transmiten pensando sinceramente que son verdaderas, pero que luego el tiempo demuestran que no lo eran.
- Las que el tiempo SI demuestra que tenían algo o bastante de verdad: estas son las menos, y a menudo sólo tratan de situaciones muy genéricas y abstractas sin dar fechas concretas, en general pasan desapercibidas, porque como dice una tarotista amiga mía "la gente quiere cosas concretas".
Aunque todo esto pueda parecer trivial, es un hecho bien documentado que a lo largo de la historia siempre ha habido profecías circulando un poco por todo lado, "supersticiones" dirán algunos, y si, muchas veces puede ser simplemente eso, pero lo que ha ocurrido es que mientras ha habido personas dispuestas a creer en profecías, ha habido personas dispuestas a inventarlas para influir en esas personas, al margen de que también haya podido haber algunas personas que creyeron tener revelaciones o sueños premonitorios y los transmitieron con la mejor de sus intenciones.
Por ejemplo, es un hecho bien documentado que en la Alemania Nazi circularon diversas profecías, unas vaticinando la derrota de Alemania (como las de Teresa Neumann y María Burgstaller), y otras vaticinando su victoria, y es un hecho histórico que el gobierno alemán de la época persiguió e intentó ocultar las que hablaban de su derrota, y no hace falta tener mucha imaginación para pensar que fuese él mismo quien creó e hizo circular una buena parte de las que vaticinaban su victoria. Así mismo, también es fácil pensar que fue el Bando Aliado quien hizo circular una parte de las profecías que vaticinaban la derrota de Alemania.
También en la primera guerra mundial ocurrió una situación similar, un buen ejemplo de profecías de esa época son las llamadas "cartas del frente", escritas por Andreas Rill supuestamente a comienzos de la primera guerra mundial, hablando de un futuro que llegaría hasta nuestros días.
Lo que ocurre con este tema de las profecías es que son muy fáciles de falsificar, basta con escribirlas hoy poniendo fecha de hace 10, 20 o 50 años, entonces la mayor parte de la profecía parece encajar sorprendentemente bien en los hechos históricos conocidos, lo que hace que el lector le preste oídos y tenga fe en lo que vaya a decir sobre el futuro, que obviamente a corto plazo parecerá posible, y puede que hasta vaya acertando en gran medida por un tiempo, simplemente por la buena lógica del que hace el engaño; y a más largo plazo es cuando se coloca lo que se quiere hacer creer al lector, por ejemplo que un bando u otro serán los que ganen una guerra.
Aún así, hasta las profecías falsas tienen su utilidad, porque una vez que las identificamos como tales, indirectamente nos están dando pistas de las intenciones y planes reales de quien las ha inventado, a veces podrá ser algo tan simple como ganar dinero o protagonismo, pero otras veces viendo que es lo que quieren que creamos podemos imaginarnos cuales son los planes reales de quien se toma la molestia de crear y divulgar una profecía falsa.
Desde luego no es mi intención copiar y retransmitir diversas profecías en esta página, más que nada porque el tiempo me ha enseñado que la utilidad práctica que se puede obtener de ellas es muy limitada, porque la mayor parte de personas tenemos bastante con hacer frente a nuestros problemas del día a día y en el fondo nos da lo mismo lo que digan unas supuestas profecías que lo más probable es que o sean falsas, o tan vagas que no nos aclaren gran cosa.
Pero aún así, pienso que tiene sentido señalar las que si parecen acertar, aunque sólo sea para poner en evidencia las que son burdos fraudes y que aún así muchas personas les prestan fe por ignorancia.