Vaticinios y profecías - Videncia y la tabla Ouija

De vez en cuando alguien me plantea la pregunta de si el echar las cartas del Tarot puede entrañar los mismos riesgos que utilizar una tabla Ouija, la respuesta corta es que no, que la Ouija y el espiritismo en general implican riesgos mucho más grandes que el echar las cartas, vamos, a la larga se puede decir que es algo que siempre termina mal... así pues, he decidido escribir este artículo para explicarlo.

Primero, para quien no lo sepa, una tabla Ouija es simplemente una superficie plana donde están escritas las letras del alfabeto, los números del 0 al 9, las palabras "si" y "no" y alguna cosa más; con esto y algún objeto que pueda deslizarse por encima (un vaso, una pulsera rígida...) ya se tiene una Ouija.

En otras palabras, que cualquiera puede fabricarse una Ouija con un papel, un boli y un vaso.

Cuatro manos manejando una tabla Ouija

Normalmente se usa entre dos o más personas, básicamente se invoca a algún espíritu, cada persona pone un dedo sobre el cursor, se hacen preguntas y el cursor se mueve indicando la respuesta, a veces mediante "si" o "no" y otras veces deletreando palabras.

Este mecanismo no es nada nuevo, con distintas variaciones se lleva usando durante miles de años, habiendo incluso referencias escritas de ello en la China de hace 3000 años, también en la Grecia clásica, el Imperio Romano, la Edad Media Europea...

Fue a finales del siglo XIX cuando a alguien se le ocurrió patentar lo que hoy se conoce como tabla Ouija y empezó a fabricarlas y a venderlas a gran escala, primero en Estados Unidos y luego en todo el mundo. Con los años se ha popularizado mucho, y ahora hay hasta versiones fosforescentes que brillan en la oscuridad:

Tabla ouija fosforita a la venta en los supermercados

No sólo eso, sino que con las nuevas tecnologías es incluso posible usar un iPod rosa como tabla Ouija!.

El mecanismo en este caso se basa en usar la ruedecilla del iPod para seleccionar los caracteres, simplemente cada persona pone un dedo en el iPod, y se invoca el espíritu de la misma manera que con el tablero Ouija normal:

Ipod rosa usado como tabla ouija por 4 personas

En este caso existe el simpático añadido de que el espíritu invocado puede elejir canciones, imágenes, videos... de tal manera que tiene muchas más maneras de expresarse!

Pero bueno, volviendo a la diferencia entre usar una Ouija y usar el Tarot, lo que ocurre es que cuando se echan las cartas no se invoca a ningún espíritu, simplemente se concentran las dos personas en el tema que se está consultando, es decir, que están el tarotista, el consultante y el problema en si, y entre estas "3 cosas"" se establecen una especie de "hilos invisibles" que hacen que lo que dicen las cartas tenga relación con el problema que se está consultando.

En cambio, en el caso de la Ouija, se invoca expresamente a un espíritu, que no está en el plano material sino en el plano astral, para comunicarse con él, preguntarle cosas... la mayoría de las veces sin una finalidad clara, vamos, que es muy típico jugar a la Ouija sin tomárselo realmente en serio.

En otras palabras, que son dos cosas totalmente diferentes, a no ser que se echen las cartas del Tarot invocando expresamente a algún espíritu (cosa que se puede hacer aunque ni tiene mucho sentido ni es buena idea) no tiene porque haber ninguno de los riesgos asociados con la mediumnidad y el espiritismo, que es básicamente lo que es la tabla Ouija: un medio de comunicarse con seres astrales que no tienen forma material en nuestro mundo.

Es cierto que a menudo la videncia está relacionada con el espiritismo, pero esto se debe a que generalmente quien es capaz de ver cosas, ya sea en las cartas del Tarot, en una bola de cristal o usando otros medios, pues también es capaz de invocar a algún espíritu y comunicarse con él; digamos que es algo así como si tienes un teléfono móvil, y puedes usarlo para llamar dentro de tu país o también al extranjero... una vez que lo tienes lo puedes usar para muchas cosas diferentes.

La diferencia está en que un vidente puede "conectarse" con un problema o situación directamente para intentar ver algo sobre ello, y por otro lado también podría "conectarse" con un espíritu para obtener algún tipo de información, pero son dos cosas muy diferentes, porque en el primer caso está sólo el vidente, y en el segundo caso está el vidente y uno o más espíritus.

Lo que ocurre es que ese "tratar con espíritus" es algo que puede resultar bastante peligroso, entre otras cosas porque es mucho más fácil invocar a un espíritu de lo que la mayoría de personas piensa, sobre todo cuando el espíritu en si tiene un especial interés en ser invocado, es como que hace falta muy poco esfuerzo por parte de la persona que lo invoca.

Es muy típico que chavales jóvenes se pongan a jugar a la Ouija, o hacer experimentos de escritura automática... y que a raíz de eso empiecen a ocurrir cosas desagradables, tipo Poltergeists, posesiones y cosas por el estilo; y esto no lo digo por decir, hace años tuve ocasión de leer un libro que relacionaba este tipo de cosas (la Ouija y similares) con trastornos mentales, y lo hacía en base a los archivos de la Guardia Civil y la Policia Nacional españolas; analizando por ejemplo cuantas personas habían sido ingresadas en un hospital después de haber estado jugando con la Ouija, invocando al demonio o cosas así... Todo basado en las propias declaraciones de los afectados, sus familiares, amigos...

Y las conclusiones eran muy claras, había una relación entre este tipo de fenómenos y el haber invocado a un espíritu de una forma "a la ligera".

Afortunadamente otra de las conclusiones era que casi siempre el trastorno, ya sea mental o de tipo poltergeist, acababa pasando por si solo al cabo de un tiempo, a veces días, a veces meses, con tal de que no se volviese a invocar a ningún espíritu, vamos, que dejando de hacer el tonto parecía que los problemas remitían.

Pero aún así, también había historias que terminaron realmente mal, no eran la mayoría, pero alguna había. No recuerdo exactamente el título del libro, sólo me acuerdo que pertenecía a una colección dirigida por el doctor Jimenes del Oso, pero ni siquiera estoy seguro de si él era el autor o no. El libro se editó en España a finales de los 90 más o menos.

En resumen, que a no ser que sepas muy bien lo que estás haciendo, es mejor que no intentes invocar a ningún espíritu, ya sea con la tabla Ouija o de cualquier otra manera.

Y en cuanto a echar las cartas, aunque en un principio es algo menos peligroso que el espiritismo, también tiene sus riesgos, de los que hablo aquí, aquí y aquí.

 

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Nacho, el autor de esta web

Nacho (el autor de esta web)

En otros tiempos informático, desde 2004 vivo de una forma más coherente conmigo mismo, siendo esta web consecuencia directa de ello, la creé para promocionar mi consultorio y acabé hablando de todo tipo de cosas.

Nací en España hace 45 años, y hace mucho que no llevo una vida "normal", primero viví en un barco durante 10 años, luego en una remota aldea azoriana, y desde junio de 2022 estoy en Argentina en busca de nuevos horizontes.

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