Escrito el 3/Julio/2021 por Nacho
Estos días estuve leyendo el Libro Rojo de Jung, es tan inclasificable como fascinante, tanto que sólo fue publicado 58 años después de la muerte de su autor, entre otras cosas porque sus herederos temían que pudiera dar pie a cuestionar la salud mental de este, ya que mucho de lo describe encaja bien con los típicos síntomas de esquizofrenia.
Podríamos decir que se trata de un "diario de crecimiento personal" basado en experiencias psíquicas y no del plano material, es decir: visiones, voces misteriosas, sueños lúcidos e incluso eventos paranormales; en otras palabras, lo que hoy en día puede hacer que te cuelguen la etiqueta de enfermo mental y tu vida pase estar controlada por los psiquiatras (y no Jungianos precisamente).
El libro fue hecho a mano por el propio Jung como si de un manuscrito medieval se tratase, con lo cual hay que leerlo con su traducción al lado, se puede descargar gratis aquí; el formato original viene a ser 40x30 cm, pero yo tuve que conformarme con imprimirlo en A4:
Contiene muchas ilustraciones hechas por el propio Jung acompañando lo que se podría clasificar de "revelaciones filosófico-espirituales", lo que ocurre es que estas no son elaboradas racionalmente como las de Lao Tze, sino que más bien surgen a borbotones de las profundidades de la mente y/o del subconsciente colectivo.
En el caso de Jung, el intentaba fomentar o provocar esas "emanaciones psíquicas" en si mismo, mientras que en la esquizofrenia surgen de manera espontánea e involuntaria; pero con el tiempo el propio Jung pasó por etapas en que perdió el control de dichas visiones y para muchos psiquiatras podría haber sido diagnosticado perfectamente como esquizofrénico, algo irónico teniendo en cuenta que él fue uno de los pioneros en la investigación de esa condición psíquica.
Pero quizás sea mejor ver algunas partes concretas de su Libro Rojo, es muy simbólico porque lo que intenta expresar no se puede transmitir de forma lógica con palabras, por eso muchas veces combina frases (traducción abajo) con imágenes:
Una palabra nunca pronunciada.
Una luz que nunca iluminó.
Una confusión sin igual.
Y un camino sin final.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 55 (Carl Jung)
La anterior imagen simboliza un Sol apagado atravesando la noche tenebrosa siendo acechado por un monstruo maligno que quiere destruirlo para que nunca llegue a brillar; la frase que lo acompaña se refiere a que los sentimientos e ideas que se reprimen generan más y más confusión hasta que de una forma u otra, aunque sea después de milenios, consiguen manifestarse. Al menos esa es mi interpretación!
Realmente uno se puede perder en las páginas del Libro Rojo como si de un bosque se tratase, de alguna manera funciona como un espejo donde se refleja nuestro yo íntimo, nuestros esquemas del mundo y de la vida, nuestras creencias y anhelos... es un ejercicio interesante ojearlo aleatoriamente y ver que encontramos, casi siempre aparece algo que parece tener una misteriosa relación con lo que estamos haciendo o viviendo en ese momento.
El malestar ha llegado, un silencioso temblor subterráneo, un gran rugido en la distancia.
Se han abierto caminos al futuro y a los orígenes.
Milagros y terribles misterios al alcance de la mano.
Puedo sentir lo que fue y lo que será.
Detrás de lo ordinario se abre el eterno abismo.
La Tierra revelará lo que ocultaba.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 121 (Carl Jung)
Curiosamente se encuentran muchos mandalas por todo el Libro Rojo, al parecer Jung comenzó a dibujarlos de forma espontánea, sin conocer los mandalas hindúes, y llegó a la conclusión de que representan la esencia de la psique humana, un agrupar de manera ordenada un conjunto de cualidades por así decirlo; en esta ilustración lo representa como una ciudad distribuida geométricamente, que curiosamente guarda bastante similitud con la descripción de las ciudades de la Atlántida que hizo Platón:
Formación,
transformación,
la eterna regeneración de la mente
El Libro Rojo - Carl Jung
Esta frase me da que pensar en relación a como ha evolucionado la mente humana en los últimos años debido a la irrupción de los teléfonos inteligentes y las redes sociales, entre otras cosas; no me queda la menor duda de que las mentes de sus usuarios se han transformado, lo que no tengo tan claro es que implica eso a un nivel espiritual: ¿donde habrán ido aquellas ideas y sentimientos (i.e. arquetipos) que antes exteriorizaban y ahora no? habrán simplemente desaparecido? o quizás anden vagando a la deriva en el Mundo Invisible tramando sabe Dios que cosas?
Aquí se puede ver otro mandala en esa luz arropada por el árbol, no sé que representa, ¿tal vez la psique humana arropada por la Naturaleza?, como quiera que sea me resulta bonito y esperanzador:
Salomé: ¿porqué te enfureces? esto y cosas peores ocurren todos los días.
Jung: Si, pero ahora lo estoy viendo delante mío.
S: ¿así que sólo saber que ocurren no es suficiente para enfurecerte?
J: Si sólo sé que ocurren, es más fácil y simple, el horror es menos real.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 76 (Carl Jung)
El anterior diálogo es sólo un ejemplo de tantos que aparecen en el Libro Rojo, en ellos Jung se encuentra con personajes que a veces son parte de si mismo y otras veces pertenecen al subconsciente colectivo, y a menudo tienen conversaciones de lo más macabras e inverosímiles pero que a la vez trasmiten mensajes bien definidos.
De hecho, Jung vino a decir que la mayor parte de su obra académica no es otra cosa que lo que aprendió durante estas experiencias psíquicas que luego lo fue sistematizando y poniendo por escrito durante los 40 años siguientes.
En esta otra imagen, esa especie de cruz dentro de un círculo curiosamente se supone que era precisamente el emblema de la Atlántida, y para quien sabe algo de historia y arqueología es un símbolo que se repite una y otra vez a lo largo de los tiempos:
No hay muchas verdades, sólo unas pocas.
Su significado es demasiado profundo para captar otra cosa que no sean sus símbolos.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 78 (Carl Jung)
Para ser sincero, apenas he leído aleatoriamente fragmentos del libro aquí y allá, es tan denso que donde quiera que lea un puñado de líneas me suelo quedar pensativo meditando en su significado y el sentido que podría tener para Jung y/o para mí ahora en el presente...
Esta otra ilustración tampoco tengo claro que representa, pero me recuerda mucho a los grabados alquímicos de la Edad Media, de hecho con los años Jung se convertiría en un ávido coleccionista de textos alquímicos medievales; él decía que veía en esos tratados la continuación de los mitos y arquetipos de nuestro pasado colectivo (refiriéndose a la Civilización Occidental), y yo pienso que también buscaba en ellos desentrañar los mecanismos que subyacen detrás del mundo material:
La Naturaleza es jovial y terrible.
Unos ven su lado jovial y disfrutando con él la hacen brillar.
Otros ven su horror y tapándose la cabeza están más muertos que vivos.
El camino no pasa entre ambos extremos, sino que abarca ambos.
Es a la vez juego despreocupado y frío horror.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 69 (Carl Jung)
Y esta es una de las imágenes que más me llama la atención del Libro Rojo, creo recordar que Jung la relacionaba con una serie de crisis que él tuvo durante las que perdió el control de sus visiones, pasando a tenerlas de forma espontánea (durante meses) y a menudo muy cargadas de dramatismo; el mismo hay momentos en que escribe que tiene miedo de haberse vuelto loco o que le quede poco para ello:
¿De qué nos sirve el poder?
No queremos mandar.
Queremos vivir, queremos luz y calor, por eso te necesitamos.
Así como la Tierra y cada ser necesitan el Sol, nosotros los espíritus necesitamos tu luz y tu calor.
Un espíritu sin Sol se convierte en un parásito del cuerpo físico.
Pero Dios alimenta el espíritu.
El Libro Rojo - Liber Secundus, p. 63 (Carl Jung)
Jung dijo que de alguna forma tenía sentido que cada persona hiciese "su libro rojo", y de hecho desarrolló una técnica llamada "imaginación activa" para profundizar en el subconsciente (léase provocarse visiones de manera intencionada), pero se trata de algo muy peligroso que él mismo desaconsejaba para la mayoría de personas, incluso en su biografía explica que la razón de que no acabase loco perdido en los años que escribió su Libro Rojo fue básicamente porque tenía una vida social y material muy tangible y satisfactoria (ver su biografía) que de alguna manera le sirvió de agarradera para no caer en los abismos de la psique ni despegar los píes del suelo.
En realidad lo que hizo con su experimento no fue tan diferente del espiritismo que practicaban los médiums de su tiempo, lo que pasa que él afrontó ese mismo fenómeno con una base teórica y experimental mucho más sólida, es decir, no se dejó engañar por las entidades psíquicas que encontró porque dio por hecho que eran parte de si mismo e del subconsciente colectivo, mientras que los médiums suelen confiar mucho más en lo que les cuentan los espíritus y a menudo caen en sus trampas.
Como quiera que sea, un libro muy recomendable para perderse en él durante estos tiempos turbulentos que vivimos, no sería raro encontrar en sus páginas algunas respuestas a los terribles problemas que afrontamos ;-)